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BiciMad, un servicio cuesta abajo y sin frenos

La falta de personal, vandalismo y deficiencias técnicas lastran el uso de las bicicletas públicas en Madrid, que han perdido miles usuarios en los últimos meses

Bicicletas de BiciMad en la Puerta del Sol. Archivo. / Ana Muñoz

Madrid

Arturo probó por primera vez BiciMad en 2017, tres años después de que el servicio aterrizara en Madrid. Lo eligió por sostenibilidad y por agilidad para moverse por las calles saturadas del centro de la capital. Primero lo utilizaba de manera puntual hasta que incrementó su uso a diario para ir al trabajo. "Llego en 11 minutos frente a la media hora que tardo en autobús o metro", apunta. Arturo era uno de las 68.002 personas abonadas a BiciMad el pasado diciembre y que ha decidido darse de baja por los sistemáticos problemas del servicio. Ahora se ha comprado su propia bicicleta eléctrica, cansado de pagar por un bien público del que no puede disponer siempre que lo necesita.

El caso de Arturo no es aislado. El 4 de mayo de 2021 el servicio registró su pico más alto de usuarios activos con bono anual, 79.485, según datos facilitados por el Ayuntamiento. Un número que ha bajado considerablemente en 8 meses. El último día del pasado mes enero había 67.842 abonados en total. Son 11.643 usuarios menos. BiciMad comenzó a funcionar en 2014, desde entonces ha ido sumando más clientes y anotó un fuerte incremento después del confinamiento domiciliario de 2020. Según asociaciones como Madrid Ciclista, muchas personas se animaban a probarlo porque así evitaban aglomeraciones en otros medios de transporte público.

Este tiempo de creciente interés del ciudadano ha coincidido con el momento que más problemas ha registrado el servicio, como vandalismo o dificultades técnicas. Septiembre de 2021 fue un mes negro para BiciMad, que llegó a tener más de un 60% de las 2.964 bicicletas totales indisponibles. Los talleres de la EMT, en la que se engloba este transporte público, acumulaban en esos días más de 1.000 aparatos para reparar. Fuentes de la Plataforma Sindical de la EMT explican que los trabajadores no "daban abasto" para atender tantas incidencias. El equipo encargado de mantener el servicio se componía hasta verano de un centenar de profesionales (entre mecánicos, personal encargado de la colocación en las calles de las bicicletas, servicio de atención telefónica, etc.). Un número criticado por insuficiente por los propios empleados.

Ante el aumento del "vandalismo desorbitado", como reconoce ahora el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida —a finales de verano y últimos meses de 2021 se registraban ataques diarios en un 10% de la flota de bicicletas—, el Consistorio tomó varias medidas. Una de ellas fue reforzar el personal de BiciMad. Unos 25 empleados se sumaron a la plantilla habitual en septiembre. Sin embargo, muchos de ellos tienen su plaza asignada en otros departamentos de la EMT y ahora, a partir del próximo lunes, 16 de ellos vuelven a sus puestos, dejando de nuevo al servicio público de bicicletas cojo. "Necesitamos unos 50 empleados y ahora se van una decena cuando llega la primavera, época en la que generalmente se aumentan los usuarios", apuntan fuentes sindicales de la EMT.

Contratar a nuevos empleados, insisten las mismas fuentes, es clave para mantener la calidad del servicio. Llevan tiempo solicitándolo a la dirección de la empresa, porque, en los momentos con más averías, según afirma el personal, se descuidaban otras funciones, sobre todo "de traslado y redistribución de bicicletas por las calles de Madrid". También critican los usuarios, como Arturo, la tardanza de la atención telefónica, porque de media se tarda "unos 20 minutos" en conseguir hablar con un operador. De hecho, las redes sociales de BiciMad recomiendan utilizar la aplicación móvil porque es más rápida.

El vandalismo y otros problemas

En estos últimos meses, el vandalismo se ha reducido en BiciMad, como reconoce Alejandro o Ana, otros usuarios habituales. Hay menos bicicletas averiadas y hay más disponibilidad en los aparcamientos. "Va un poco mejor ahora", afirma Alejandro. Esta mejora, en parte, se debe a una medida que adoptó el Ayuntamiento en septiembre: colocar un candado en la rueda trasera de cada bicicleta para que nadie pudiera sacarlas de la base a la fuerza. Fuentes del Área de Movilidad confirman una rebaja de los ataques "desde octubre" y afirman que "con los candados ya instalados en toda la flota, la situación está estabilizada y se ha recuperado el 100% de la disponibilidad".

No obstante, esta incorporación, según denuncian los propios usuarios, ha sido buena, pero también ha generado problemas extras. Alejandro explica que ahora es más sencillo encontrar bicicletas disponibles en los aparcamientos, pero la mayoría de las veces el candado no permite desanclarlas de la base. Es difícil de quitar en algunas ocasiones y en otras se complica ponerlo correctamente para dejar el vehículo asegurado. Y si esto último sucede, se penaliza al abonado con 50 céntimos de multa.

Estas trabas, más los fallos técnicos (ruedas desinfladas, frenos rotos, motor en mal estado, etc.) o errores informáticos (pagos injustificados, bloqueo de los tótem en los aparcamientos, mala asistencia telefónica, etc.) provoca desaliento entre los usuarios, que abandonan BiciMad en busca de otras opciones. Ana reconoce que ella también lo ha pensado dejar porque ha llegado tarde al trabajo en más de una ocasión o ha tenido que usar alternativas de última hora porque no ha conseguido una bicicleta pública. De momento resiste porque el servicio, dice, le compensa por comodidad, precio y sostenibilidad.

Soluciones para salvar BiciMad

Fuentes sindicales de la EMT, usuarios, asociaciones ciclistas o partidos de izquierdas en el Ayuntamiento coinciden en señalar cuáles son las principales necesidades que BiciMad debe abordar a corto plazo. La primera es mejorar la flota de bicicletas. El Área de Movilidad ha incorporado hace poco nuevos equipos, pero los colectivos afectados los consideran insuficientes. Más Madrid, por ejemplo, reclama que haya 9.000 bicicletas y otras 500 estaciones más —actualmente hay 264—. Además, insisten en que hace falta un mantenimiento más óptimo de los medios ya existentes. Y aquí viene la segunda reclamación: más personal para BiciMad. Las organizaciones sindicales reclaman unos 50 empleados extra. Una petición sobre la que, de momento, el Consistorio prefiere guardar silencio.

Fuentes sindicales de EMT también exigen que el servicio sea 100% de gestión directa municipal. Fuentes del Área de Movilidad insisten en que ya trabajan para conseguir este fin y destacan que se va a invertir "más de 1.000 millones de euros en la transformación tecnológica de la empresa municipal lo que va a repercutir en BiciMad". También achacan la bajada en el número de abonados a una cuestión estacional y confían en que "en primavera, los usuarios volverán a elegir el servicio de bicicleta pública para moverse por Madrid".

Por último, los usuarios demandan cambios en el sistema de la red ciclista en la capital. El fomento de medios de transporte público, como es la bicicleta, va íntimamente ligado a la adecuación de las ciudades. Arturo considera que "Madrid no está preparada para montar en bici". A su valoración se suman Ana y Alejandro. Todos sostienen que lo esencial es mejorar los carriles aptos para este vehículo, habilitar más y, sobre todo, concienciar a los conductores para que controlen la velocidad en estas vías.

Minerva Marcos López

Periodista en la sección digital de la SER. Antes...