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Castilla y León vota

Tras dos años y casi nueve meses, los castellanos y leoneses estamos llamados de nuevo a las urnas tras una convocatoria electoral cargada de polémica

Hemiciclo de las Cortes de Castilla y León

Valladolid

Nueve de la mañana del pasado 20 de diciembre. Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, comunica por Twitter que acaba de firmar el decreto de disolución de las Cortes y por tanto quedan convocadas elecciones anticipadas. Desde ese momento y hasta hoy, la tormenta política sin precedentes desatada sobre la Comunidad ha dejado un rastro que conduce a las sedes de los principales partidos de ámbito nacional.

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Las elecciones, a las que están llamados 2.0940.490 castellanos y leoneses, se han convertido en unos comicios donde se decidirá algo más que la composición del futuro parlamento autonómico. En juego está por ejemplo el efecto que causará en el liderazgo de Pablo Casado un posible resultado adverso respecto a las expectativas que el PP manejó en el momento de activar unas elecciones anticipadas cuya convocatoria había sido negada sólo un día antes por el propio Fernández Mañueco. La idea de que Pablo Casado y Teodoro Garcia Egea han sido los verdaderos artífices del adelanto electoral para así atribuirse un logro en su pulso interno con Isabel Diaz Ayuso, ha estado flotando en el ambiente desde el momento en que se supo que el día 13 se abrirían los colegios electorales en Castilla y León. Esta ha sido una baza electoral utilizada sobre todo por el PSOE y por Cs, socio de gobierno del PP hasta el momento en que la legislatura saltó por los aíres. Su candidato y ex vicepresidente del ejecutivo autonómico, Francisco Igea, no ha dejado de criticar la decisión de romper el pacto de gobierno y no ha escatimado calificativos reprobatorios dirigidos a su ex compañero de gabinete y presidente de la Junta Alfonso Fernandez Mañueco.

Encuestas

Los sondeos que inicialmente pronosticaron un triunfo claro del PP, próximo incluso a la mayoría absoluta, han ido evolucionando hasta dibujar un escenario en el que el PP necesitaría el necesario apoyo de VOX, partido al que la mayoría de las encuestas otorgan una horquilla que oscila entre 9 y 12 escaños. Esta dependencia ha hecho que la estrategia de campaña del PP haya experimentado un cambio orientado a la recuperación de potenciales votantes que habrían decidido apoyar a la formación liderada por Santiago Abascal. Esta circunstancia explica, por ejemplo, la presencia reiterada más allá de lo previsto inicialmente de Isabel Diaz Ayuso.

Las dos entregas elaboradas por el CIS durante la campaña no han mantenido la pauta del grueso de sondeos ya que en ambas encuestas se refleja una ventaja mínima del PSOE sobre el PP (30,1% y 29,7% de intención de voto respectivamente). El CIS ha dibujado un escenario en el que el socialista Luis Tudanca tendría que contar con el apoyo no sólo de Unidas Podemos sino de otras formaciones como la plataforma Soria Ya y Unión del Pueblo Leonés. Además de esta predicción, el CIS en sus trabajos señala otros aspectos que guardan relación directa con los comicios como el bajo interés de los ciudadanos. El 60% de los encuestados declaran tener poco o muy poco interés en la cita electoral.

Participación

No parece que se vaya a igualar la participación registrada en las últimas elecciones autonómicas celebradas en mayo de 2019 en las que votó el 71% del electorado. El hecho de que en esta ocasión no se cuente con el tirón de unas municipales, con la capacidad de movilización a ellas asociada en los municipios o que la incidencia de la pandemia continúe provocando fallecimientos en los hospitales y miles de nuevos infectados a diario, no facilita las cosas. La solicitud de voto por correo ha descendido un 40% respecto a la ultima cita electoral. En mayo de 2019 ejercieron el voto por correo 85.000 personas y en esta ocasión sólo han solicitado poder hacerlo un total de 51.000 castellanos y leoneses.

Javier Cuevas

Director de contenidos de la SER en Castilla...