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El Obispo declara en Fiscalía por un presunto delito de odio

Bernardo Álvarez contestó a las preguntas del fiscal por espacio de hora y media

El Obispo de Tenerife entrando en la Fiscalía para declarar por su homofobia. Ahora la Fiscalía decidirá si formula o no denuncia por delito de odio. El Prelado ha llegado "visiblemente enfadado" y evitando dar delcaraciones a los medios. / Pedro Murillo

Santa Cruz de Tenerife

El obispo de la Diócesis Nivariense de Tenerife Bernardo Álvarez ha comparecido a primera hora de la mañana ante la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife para responder a las preguntas de la fiscal delegada de delitos de odio, Enriqueta Armas Roldán, sobre el por qué tildó a la homosexualidad como un "pecado mortal" y comparó esa orientación sexual con una adiccion grave como el alcoholismo durante una entrevista el programa de la Televisión Canaria (Buenas Tardes Canarias-BTC). Bernardo Álvarez estaba citado a las diez de la mañana y llegó en compañía de su abogado al Palacio de Justicia ubicado en la Avenida Tres de Mayo de la capital tinerfeña, con semblante serio y visiblemente enfadado, ante los numerosos medios de comunicación que se encontraban a las puertas del juzgado. Tras declarar, abandono las dependencias judiciales sin querer realizar ningún comentario. Será ahora la fiscalía la que o bien formule denuncia o archive el caso.

Las declaraciones de Álvarez desataron una ola de indignación entre numerosos colectivos sociales tanto LGTBI como partidos políticos y sindicatos. Incluso las declaraciones han determinado la aprobación de una moción de condena rotunda en el pleno del Cabildo de Tenerife celebrado la pasada semana y la puesta en marcha de una iniciativa en Change.Org por parte del colectivo LGTBI Diversas solicitando la dimisión inmediata del obispo y que ha recabado más de cincuenta mil firmas por el momento. Ante la repercusión y el rechazo que ha ocasionado en la sociedad sus declaraciones, Álvarez se apresuró a pedir disculpas sin embargo, eso no ha impedido que la fiscalía cumpliendo con el deber de preservar la legalidad haya tomado cartas en el asunto.

La apertura de diligencias por parte del Ministerio Fiscal no tiene por que terminar en una denuncia y en consecuencia en un procedimiento penal sin embargo sí conlleva que la fiscal pueda ordenar la práctica de cuantas diligencias sean pertinente para dilucidar si los hechos son constitutivos de delito o no. Esta decisión de la Fiscalía no tiene precedentes de Canarias ya que ningún obispo ha sido investigado por un delito de odio. Tampoco en el ámbito nacional ya que el Ministerio Fiscal sí incoó diligencias de investigación contra los obispos de Murcia y Cartagena pero por saltarse el orden e vacunación por el Covid 19. habría que remontarse a 2016 cuando la Fiscalía inició una investigación contra el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, por declaraciones homófobas.