Ayuso: ¿Su sitio está en Madrid?

Madrid

Antes y después de que estallara la crisis interna del PP, Ayuso ha defendido siempre que su sitio está en Madrid. La misma Ayuso admite que no se plantea estar más de ocho años en la presidenta de la Comunidad. Apenas lleva tres en Sol y ese plazo marcado tiene una lejana fecha de caducidad.

En esta alocada crisis en la que se pasa de un encuentro “infructuoso” a la retirada de un expediente en cuestión de minutos, es complicado hacer pronósticos pero a día de hoy hay factores que limitan las aspiraciones nacionales de Ayuso.

Su poder territorial

Sin conocer todavía si el partido celebrará un congreso y cuáles serán los plazos y los candidatos que aspiren a esa cita, lo cierto es que el poder territorial de Ayuso es escaso.

Respaldada por Aznar y jaleada por medios afines, los manifestantes que toman la calle Génova un soleado domingo de febrero, tienen poco peso en un congreso. Conocido es que Ayuso ha provocado el recelo de muchos barones. Con Mañueco mantuvo sus más y sus menos. Sus vecinos populares de Castilla y León, todavía recuerdan la que montó Ayuso en aquella rueda de prensa en la que dejó a Mañueco y García-Page con el culo al aire, al desmarcarse con medidas no pactadas, en una rueda de prensa conjunta. Una desconfianza hacia Ayuso que se extiende a Andalucía y otras regiones.

La proximidad electoral

Embarcarse en un proceso interno se solapa con el calendario electoral pendiente. Ayuso tiene menos de un año para despojarse de la actual dirección interina del partido en Madrid -con Pío García Escudero y Ana Camins- y reorganizar candidaturas, listas y grupo parlamentario.

Con la familia popular fracturada, el PP debe encontrar candidatos fuertes (y afines a Ayuso) que impulsen su candidatura regional. Sin esa fuerza, los resultados pueden ser peores que los del 4M. Personas muy próximas a la presidenta, reconocen que van a ser unas elecciones más complicadas por el contexto y que ese trabajo de preparación hay que hacerlo desde ya.

De cómo se resuelva la crisis interna va a depender también la composición del gobierno de Sol donde desde hace días suenan los ecos de una remodelación para apartar a los consejeros más próximos a Génova.

La investigación pendiente

La bronca en Génova y la convocatoria de un congreso no deben hacer olvidar que Ayuso se enfrenta a una investigación de la Fiscalía por los contratos de su hermano. Aunque en Sol insisten en que todo es legal y transparente, las sospechas que existen sobre el cobro de esas comisiones y lo que depare el trabajo de la justicia, puede dificultar el perfil de Ayuso como aspirante en una hipotética carrera nacional. Esa investigación puede ser una chinita en el zapato para Ayuso también durante su precampaña si el caso se prolonga más de lo debido. De que se prolongue más o menos depende en buena parte también el futuro de la oposición en Madrid, que hasta ahora afrontaba la cita del 23 con la moral por los suelos.

Feijóo y Ayuso: ¿La fórmula para neutralizar a Vox?

El presidente de la Xunta no es aclamado a su paso por cada acto institucional al grito de “presidenta, presidenta” pero su figura concilia más respaldo entre otros barones, todavía en fase de digestión (y deserción).

La capacidad de Ayuso para entenderse con el gallego será clave para que Ayuso logre su objetivo de organizar Madrid, si Ayuso decide no presentarse a un hipotético congreso.

Lo que está claro es que los dos, con registros muy diferentes, tienen como carta de presentación en este escenario precongresual, el haber neutralizado a Vox en sus respectivos territorios. Ni rastro de la ultraderecha en Galicia y en Madrid, aunque escuchamos sus consignas a diario, Ayuso ha logrado el equilibrio por el que Abascal le aprueba unos presupuestos y cede cada vez que, como ocurrió este lunes, la Asamblea tumba una comisión de investigación. La última, este mismo lunes, cuando Vox facilitó que no se investiguen en Vallecas los contratos de urgencia durante la pandemia.