La guerra de Ucrania ahonda las diferencias entre Yolanda Díaz y la dirección de Podemos
Las ministras Ione Belarra e Irene Montero se desmarcan de Sánchez y critican el envío de armas a Ucrania mientras Díaz reclama unidad y cierra filas con el presidente, junto a Alberto Garzón y Joan Subirats
Madrid
Unidas Podemos se tensiona. Las diferencias entre la dirección de Podemos y la vicepresidenta Yolanda Díaz vuelven a aflorar con fuerza, ahora, por la respuesta del Gobierno en la guerra de Ucrania. Ante el anuncio del presidente, Pedro Sánchez, de que finalmente sí se enviarán armas directamente desde España, la dirección de los morados se ha lanzado a criticar en público esa decisión, pero Yolanda Díaz ha optado, una vez más, por no secundar esas quejas, y ha preferido apelar a la unidad, y justificar las medidas que se están adoptando. El resultado es que Díaz y los ministros Alberto Garzón y Joan Subirats cierran filas con Sánchez frente a la crítica de las ministras Ione Belarra, líder del partido, e Irene Montero.
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Unidas Podemos, que se reivindica profundamente antimilitarista y lleva semanas enarbolando la bandera del ‘no a la guerra’, llevaba días sumido en un debate interno sobre este asunto, según reconocen a la SER algunas fuentes del partido morado. No obstante, todos los sectores que integran el espacio, hasta los más reacios con el envío de armamento, coincidían en la necesidad de no generar ruido al respecto ni abrir una brecha con el PSOE.
Sin embargo, la rectificación que ha hecho el presidente respecto al envío de armas durante su comparecencia en el Congreso (de la que informó el martes por la noche a sus socios, según ambas partes) ha hecho saltar por los aires ese juego de equilibrios. Poco después de su anuncio, Podemos ha decidido hacer público su malestar ante una medida que consideran “ineficaz” y contradictoria con la apuesta por la diplomacia con la que, según los morados, Sánchez se había comprometido.
Es más, tanto la ministra y secretaria general del partido, Ione Belarra, como su número dos, la ministra de Igualdad, Irene Montero, se han quedado sentadas durante el aplauso a Sánchez al acabar su intervención, a diferencia del resto de ministros. Tampoco se han levantado otros diputados del núcleo duro de Podemos, como Sofía Castañón, o el secretario de Estado para la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago.
El gesto de Belarra y Montero dejaba una foto de división en la bancada del Gobierno de coalición, pero también dentro de Unidas Podemos, ya que la vicepresidenta Díaz sí se ha levantando a aplaudir, como también lo han hecho los otros dos ministros del espacio confederal: el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, y el representante de los comunes, Joan Subirats.
“Estamos ante una decisión muy seria, hay millones de vidas que están en peligro, que creo que es lo que nos está uniendo aquí, y el presidente del Gobierno cuenta con todo nuestro apoyo”, ha justificado después Díaz en los pasillos del Congreso.
La vicepresidenta no ha querido ir más allá, y no ha valorado el gesto de sus socios de Unidas Podemos. Pero desde su equipo insisten en la importancia de preservar la unidad dentro del Gobierno, y ponen en cuestión la conveniencia de recurrir, una vez más, a las quejas públicas como estrategia frente al PSOE, en un asunto tan delicado y serio como es la guerra de Ucrania.
A su llegada al Pleno, conocedora ya por lo tanto de la decisión que iba a anunciar Sánchez, Díaz ha defendido que “todas las medias que sean eficaces para parar esta guerra desde luego van a ser compartidas por el Gobierno de España”, y añadía: “La respuesta que se está dando el Gobierno de Españas es absolutamente coherente con la política que desplegamos”.
Ya el martes por la tarde Díaz justificó que las medidas que se están adoptando no son “fáciles” pero que “es momento de proteger inequívocamente al pueblo ucraniano”. Y ahora, tras conocerse que España enviará armas, fuentes de su equipo insisten en que son decisiones “muy difíciles” las que se están tomando, que pueden no gustarles, pero que deben asumir. Además, señalan que “moralmente” no hay diferencia entre enviar armas a través de la Unión Europa que hacerlo directamente.
Sin embargo, en Podemos están decididos a alzar la voz, y tanto en privado como en público se confiesan “muy preocupados” por la deriva que está tomado el conflicto, y por la decisión del presidente Sánchez de contribuir, a su juicio, a la “escalada bélica”, con el envío directo de armas. Y a la pregunta de si esto puede afectar al Gobierno de coalición, insisten en mostrar su “preocupación”.
Además, los morados lamentan que se haya cambiado ahora de rumbo, cuando el consenso hasta ahora dentro del Gobierno pasaba por canalizar cualquier medida de este tipo a través de la Unión Europea.
“Contribuir a la escalada bélica no va a resolver antes el conflicto y puede llevarnos a un escenario muy peligroso de conflicto mundial. Hemos echado en falta referencias a las vías diplomáticas, y eso evidencia que España y la Unión Europea no están poniendo todos los esfuerzos que deberían en reforzar las vías diplomáticas y en que podamos tener una solución al conflicto”, ha lamentado Belarra, tras escuchar a Sánchez.
Esta nueva crisis en Unidas Podemos llega tras meses de tensiones por el papel que juega Díaz dentro del espacio y las dudas que genera entre los morados su futuro futuro proyecto político, principalmente, que todavía no ha concretado ni aclarado cuál será el papel que va a jugar Podemos.