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Pedro Sánchez: "El emérito debe unas explicaciones a los españoles"

El presidente fue informado el lunes del "sentido" de la carta e insiste en que Juan Carlos tiene que aclarar las conductas "decepcionantes" que retrata el informe de la Fiscalía. El jefe del Ejecutivo repasa la actualidad en una charla informal con periodistas, camino de la visita a las tropas españolas en Letonia

El rey emérito Juan Carlos I pasa ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la capilla ardiente por la muerte del ex vicepresidente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba (ARCHIVO). / Pool

Riga

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conoció “el sentido” de la carta que el emérito envió al rey Felipe VI el mismo lunes de la publicación del comunicado de la Zarzuela. "Hice acuse de recibo. Lo que no son de recibo son las informaciones que hemos ido conociendo, que son decepcionantes", ha asegurado Pedro Sánchez en una conversación informal con periodistas en su vuelo a Letonia. Y ha dejado un mensaje claro para Juan Carlos de Borbón: "Le debe unas explicaciones a los españoles".

Sánchez no entra en cómo debe dar el emérito esas explicaciones, pero el comunicado de la Zarzuela no le parece suficiente: sigue defendiendo que el ex jefe del Estado tiene que “aclarar el contenido del informe de la Fiscalía, que retrata una serie de conductas”. Ha evitado relatar las conductas, constitutivas de hasta 12 delitos. Más allá de eso, el presidente ha asegurado que los viajes que Juan Carlos I haga a España en adelante los tendrá que acordar con la Zarzuela (“será por acuerdo entre ambos”) y tampoco ha querido dar detalles sobre la posibilidad de introducir reformas en el funcionamiento de la Jefatura del Estado para dartarla de más transparencia, como anunció hace más de un año. “Cuando haya noticias, informo”, sostiene Sánchez. Justitica su prudencia con el argumento de que este asunto afecta a otra institucíón y que el Ejecutivo tiene que ser respetuoso.

A Podemos: "El Gobierno va a hacer lo que tiene que hacer"

Estos comentarios los ha hecho Sánchez de camino a la base de Adazi, en Letonia, a solo 120 kilometro de Rusia, donde visita este martes a los casi 500 efectivos españoles que defienden esta frontera europea, dentro de la misión de la OTAN. El presidente viaja justo un día después de que Podemos, partido minoritario del Gobierno, haya rebajado el tono de sus críticas por el envío de armas a Ucrania. La distensión se ha producido después de que Sánchez hablase este lunes con Yolanda Díaz e Irene Montero, aunque no lo hizo con la líder de los morados y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Así lo ha reconocido el propio presidente, que no se mueve de la misma sentencia cada vez que se le saca este asunto: “El Gobierno va a hacer lo que tiene que hacer y estar donde tiene que estar”.

¿Que por qué cambió de opinión la semana pasada sobre el envío de material ofensivo que critican sus socios de Gobierno? “Ésta es una crisis que va evolucionando día a día. Siempre creí en respuestas europeas pero al ver discordancias, al ver al PP hablaba de entrega bilateral a Ucrania, tomé esa decisión. Vamos adaptándonos a la respuesta a Putin, siempre preservando la unidad que es importante; también en el Congreso”. Porque Sánchez parte de una premisa, a pesar de las críticas de Podemos: “España está unida en el ‘no a la guerra’ y en la idea de que la Unión Europea sea más resiliente después de esta crisis”.

Para trasladar esa imagen de unidad se ha desplazado Pedro Sánchez a la base militar letona, en la frontera con Rusia, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que es quien comanda este contigente. En esta base de Adazi son más numerosos los candieneses que los españoles, pero la principal fuerza de fuego, en cualquier caso, procede de España, que aporta carros de combate Leopardo a este misión.

Y en estos mensajes se escuda el presidente cuando se le pregunta por las consecuencias de la división dentro del Ejecutivo y dentro de Unidas Podemos a cuenta de la invasión de Ucrania: “Entiendo la pregunta pero lo que tenemos en frente es tan gordo, tan grave, que trasciende las dinámicas del socio del Gobierno”. Así responde cuando se le pide una valoración de la posición de Yolanda Díaz en el espacio de Unidas Podemos.

A Núñez Feijóo: "El tiempo de ambigüedad se acaba"

Para Sánchez, esta guerra también va a resituar muchas claves en la política nacional. En breve entra un nuevo actor en juego, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a quien el presidente ha evitado prejuzgar: “Son los temas concretos los que definirán a la nueva dirección del PP”. Para empezar, cree Sánchez que no está mal que llegue dispuesto a “no insultar” aunque entiende que los acuerdos pendientes para renovar el CGPJ y la relación con VOX (si finalmente el PP gobierna con la ultraderecha en Castilla y Léón) van a marcar el mandato de Núñez Feijóo. “El tiempo de la ambigüedad se acaba y llega el de la concreción”, ha defendido el presidente. Su intención es llamar al dirigente popular cuando formalmente sea el único candidato a presidir el PP. No lo ha hecho aún “por respeto a las formas” y porque Pablo Casado sigue siendo líder de la oposición.

La charla con los informadores ha sido larga y distendida pero Sánchez ha evitado hacer consideraciones sobre el desarrollo de la guerra o posibles movimientos del régimen ruso. Sí que ha vaticinado nuevas sanciones de la Unión Europea donde, insiste, lo más importante sigue siendo que todo se haga por consenso frente a Putin. Por eso el presidente no ha dado a conocer la posición que defenderá España sobre las peticiones de Ucrania a los socios comunitarios. “Lo más importante es que prime la unidad”. Dado que Europa no es interlocutor de Rusia, Sánchez observa con interés el papel que han decidido jugar China o Turquía.

Sobre los refugiados: "España volverá a ser un ejemplo"

No se ha pillado los dedos el presidente sobre el futuro del conflicto bélico, que tiene consecuencias en España que se irán afrontando según la evolución de la crisis, con un impacto innegable. Frente al “chantaje de Putin”, asegura Sánchez que el suministro de gas está garantizado, así lo habló con el presidente de Argelia. Pero son muchas las incertidumbres. Solo un ejemplo que ha citado: la prórroga hasta el 30 de junio de las rebajas fiscales para amortiguar la factura de la luz tiene un coste de 3.000 millones de euros. Si se extiende a todo el año serán 10.000 millones, según el presidente. “Vamos a ir viendo”. Y quiere ir funcionando, como en la pandemia, con los agentes sociales y económicos, en un contexto en el que “Europa va a tener que redefinirse en muchos ámbitos”.

Uno de ellos es sobre el pacto pendiente en materia de inmigración y asilo. Los países más reacios hasta ahora a llegar a un acuerdo son ahora quienes reciben más afluencia de refugiados ucranianos. En este punto, el presidente no tiene dudas: “España volverá a ser un ejemplo”. A finales de semana, el ministro Escrivá va a anunciar los centros de acogida disponibles y durante el fin de semana se pondrá a punto la estrategia con las comunidades autónomas en la Conferencia de Presidentes que se celebra en La Palma. Sánchez cree que las personas que huyen de la guerra, mujeres y niños en su mayoría, están llegado a donde tienen más redes familiares pero prevé que haya “más oleadas” y asegura que “las capacidades que tiene España son importantes”.