El tejido productivo gallego alerta del impacto de la guerra

Santiago de Compostela

Los principales sectores productivos de Galicia advierten de que la situación es dramática e instan a las administraciones a que actúen con urgencia. Los ganaderos y pescadores están sufriendo los efectos de la huelga del transporte, consecuencia del incontenible alza de los carburantes, y la construcción también va a parar su actividad a partir de este viernes por la falta de suministros.

La situación es extrema en muchos sectores. La flota gallega permanece amarrada a puerto desde principios de semana, y no pueden darle salida al producto que han capturado durante las últimas semanas. La industria láctea y ganadera está al límite por la falta de suministros y la dificultad para alimentar a los animales. El naval y la construcción están en riesgo por los altos costes, Y las pérdidas de todos ellos son millonarias.

Javier Touza, el presidente de la cooperativa de Armadores de Vigo, cifra en dos millones de euros las pérdidas cada día. Decía que "hay muchas peticiones de desguace", y que por eso, tanto el gobierno español y en Bruselas se tiene que considerar "muy en serio" perder la soberanía alimentaria.

La huelga de transportistas también deja sin abastecimiento al sector de la construcción, que paraliza su actividad desde este viernes. Su presidente, Diego Vázquez, lanzaba este "mensaje claro y rotundo" y alertaba de que no pueden ejecutar los contratos "en estas condiciones", por lo que reclama que "esta situación sea considerada causa de fuerza mayor".

Hay muchas empresas que están en riesgo de quiebra. En el sector naval también se ven obligados a parar la producción. Enrique Mallón, presidente de Asime dice que "este conflicto impacta en la escasez". Los paros podrían durar semanas e incluso meses.

La patronal gallega reclama que se rebaje cuanto antes el precio de los combustibles. Es la medida más urgente que, según su opinión, no puede esperar hasta el 29 de marzo, la fecha que ha marcado Pedro Sánchez. También reclaman la retirada coyuntural de la tasa de CO2, que se faciliten suministros y que se abran mercados alternativos de materias primas. Además, reclaman una moderación salarial para hacer frente a la espiral alcista de precios.

Juan Manuel Vietes, presidente de la CEG considera que la huelga de transportes es "salvaje" y avanza que presentarán querellas criminales contra los actos violentos que están sufriendo en la comunidad.