Juan Mayorga: “Debemos darnos cuenta de cuán privilegiados somos porque podemos ir al teatro, no a refugiarnos de bombas, sino a ver arte”

Fuenlabrada

El silencio como un elemento fundamental en nuestra comunicación y en la forma que nos relacionamos con los demás, el silencio que “nos puede dar miedo, porque nos pone ante nosotros mismos, ante las propias ideas, esperanzas y miedos y no siempre es el encuentro más fácil”, de ese silencio que “sirve para atacar y para defenderse”, es del que habla Juan Mayorga en su obra ‘Silencio’, un monólogo que es una adaptación del discurso realizado por el director en 2019 con motivo de su ingreso en la Real Academia de la Lengua Española, cuando ocupó el sillón M.

Así ha hablado de la importancia del silencio en una entrevista en ‘Hoy por Hoy, Madrid sur’ donde se ha deshecho en elogios hacia la actriz que interpreta un texto agudo e inteligente, Blanca Portillo. “Cuando la veo, mi experiencia es de admiración y de asombro porque es una actriz descomunal. Blanca no es sólo una de las grandes actrices de España, sino de todo el mundo. Y está haciendo historia en nuestro teatro y también en el cine”, ha dicho.

En su reflexión sobre el silencio, Mayorga apunta lo temible que puede ser, “sobre todo en la radio si me haces una pregunta y tardo diez segundos en responder, eso puede ser letal”, pero también es el soporte de las palabras, “tiene mil caras”.

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Unas palabras que a él no le faltan palabras para expresar su “repugnancia” y “espanto ante la brutalidad armada de la que estamos siendo testigos” en la guerra de Ucrania. El bombardeo de un teatro en Mariúpol, repleto de civiles refugiados en él, es un símbolo más de esta despiadada guerra, algo que nos puede hacer valorar más y mejor la vida que todavía llevamos. “Debemos darnos cuenta de cuán privilegiados somos, porque todavía hoy podemos decir que vamos al teatro, no a refugiarnos de bombas, sino a encontrarnos para examinar la vida, para imaginar… entorno a ese arte”.

El director, siempre sensible a lo que le rodea y a la situación de los más desafavorecidos, recuerda que “primero hay que pensar en las víctimas y en los que están siendo perseguidos y humillados por una tiranía y en la medida de nuestras posibilidades debemos enfrentarnos al villano y ayudar a sus víctimas”.

La obra y el teatro

Mayorga llega a Fuenlabrada este sábado, al Teatro Tomás y Valiente, con esta obra en la que una actriz ha recibido “el extraño encargo” de su amigo académico para que pronuncie en su nombre el discurso de ingreso. Intentamos no ser nosotros mismos, pero inevitablemente estamos de algún modo”.

Para el dramaturgo, sobre las tablas, todo puede ser representado, porque el teatro es algo “omnívoro”, muy sencillo, pero ambicioso a la vez. Y es que su magia sólo depende, según dice, de un “actor elocuente y un espectador cómplice, no hay asunto que no pueda tratar, no hay personajes que no pueda poner en escena, no hay historia que no pueda construir, el teatro es ilimitado, porque lo es nuestra imaginación. El teatro surge en la imaginación del espectador”.

Mayorga también ha hablado de su obra ‘El Golen’, escrita por él y dirigida por Alfredo Sanzol, una reflexión brillante sobre el poder transformador de las palabras, en la que se demuestra como las palabras no son enemigas del silencio, sino “de algún modo, su adversario más íntimo. Si hay un motivo en la obra es que somos cuerpos ocupados por las palabras de otros, que sirven para seducir y educar, para parar una guerra o provocarla…”