El caso de todos los casos: el caso Roldán
"Vivíamos para que la historia tuviese más capítulos. Es feo decirlo, pero deseábamos que no se acabase. Nos gustaba alucinar: al fin y al cabo eran en los noventa; una época llena de casos."
El caso de todos los casos: el caso Roldán
Madrid
«El Caso Roldán» fue una de las expresiones más célebres de los años noventa. Escribías «El Caso Roldan» y las palabras parpadeaban como luces de neón. Imposible no alucinar. Si las pronunciabas en voz alta, el mundo giraba la cabeza por si había alguna novedad. Vivíamos para que la historia tuviese más capítulos. Es feo decirlo, pero deseábamos que no se acabase. Nos gustaba alucinar: al fin y al cabo eran en los noventa; una época llena de casos. Aunque «El Caso Roldán» se situaba por encima de todos. Fue el caso de todos los casos. Gracias a él algunos aprendimos que existían los fondos reservados, y que un hombre podía llevarse mil quinientos millones de pesetas sin que creyese que actuaba mal. El dinero solo significó el principio. Después vino la huida, primero a París y luego a Tailandia, donde Roldán cayó en una trampa para tontos. Cómo alguien que era director de la Guardia Civil, y disfrutaba de una situación inmejorable, pudo haberse metido en semejante lío hace su historia más fascinante. Qué necesitad. Aun hoy no dejo de imaginármelo, en plena huía, diciéndose «menos mal que estas cosas después se cuentan y quedan de la hostia».