Si vas a trabajar con COVID a partir de este lunes, mejor que sigas las siguientes recomendaciones

Madrid

La comunidad médica está dividida entre si hay que gripalizar la COVID o covidalizar la gripe. El Ministerio de Sanidad parece que se decanta más por la primera opción y, desde este lunes, los contagiados asintomáticos o con síntomas leves no estarán obligados a realizar cuarentena y tampoco tendrán que hacerse test a no ser que pertenezcan a grupos de riesgo. Eso implica que mucha gente comience a acudir a sus puestos de trabajo sin saber que tiene COVID o sabiéndolo pero con síntomas que no le dificulten llevar a cabo su tarea.

El sentido común marca que, en caso de ser positivo, es mejor teletrabajar pero no todo el mundo puede hacerlo. En caso de tener que desplazarse para trabajar, lo mejor sería evitar el transporte público pero, en caso de cogerlo, mantener las mismas recomendaciones que señalan los médicos en caso de estar durante un tiempo prolongado con otros compañeros en interior: "El objetivo es eliminar la transmisión de aerosoles, ya que a través de ellos, se transmite el virus, por lo que se debe estar con la mascarilla puesta en todo momento, incluso para ir al baño, ya que en el momento que nos retirásemos la mascarilla podrían quedarse los aerosoles en el aire", señala el doctor Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Además de tener una mascarilla lo más protectora posible, señala que se debe "reducir o eliminar cualquier actividad en grupo".

También es necesario "mantener la distancia de seguridad entre todas las personas o mesas que tengan alrededor, por lo que, en la medida de lo posible, hay que buscar un sitio donde la distancia sea mayor", según este doctor, que añade la importancia de mantener una estricta higiene en el contacto, aunque la posibilidad transmisión sea menor por esa vía.

Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) piensan que, con los medios de diagnóstico de los que se dispone en este momento, gripalizar la COVID "es un paso atrás, ya que volvemos a las épocas prepandémicas, donde se hacía un diagnóstico de la gripe a través de la clínica": "Podríamos diagnosticar las patologías respiratorias más prevalentes o con más riesgo y diferenciar de COVID, gripe A, gripe estacional, virus respiratorio sincitial y la faringitis estreptocócica, provocada por una bacteria pero que también se puede hacer un diagnóstico rápido. Así que, disponiendo de diagnósticos, volvernos a basar exclusivamente en la clínica es un paso atrás", lamenta el doctor Lorenzo Armenteros, que no descarta que dentro de poco existan dispositivos portátiles, fáciles de distribuir, que permitan hacer estos diagnósticos en los propios centros de salud.

Este doctor destaca la importancia de hacer un diagnóstico precoz para poder hacer un tratamiento precoz, sobre todo si es un paciente de riesgo, independientemente de que el paciente sea asintomático. Recuerda además que este lunes España recibirá los primeros 11.900 tratamientos con pastillas de Pfizer contra la COVID-19: "Vamos a disponer de antivirales y estos son mucho más efectivos en las primeras fases del diagnóstico para evitar su progresión y su enfermedad".

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La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC), en cambio, publicó un contundente editorial en el que daba los motivos por los que había llegado el momento de tratar la COVID como el resto de enfermedades, dando por hecho que ha venido para quedarse.

¿Cómo diferenciar entre síntomas leves y graves?

Una vez que sabemos que tener COVID, ¿Cuándo llegamos a la conclusión de que nuestros síntomas son lo suficientemente graves como para quedarnos en casa? El doctor Lorenzo Armenteros señala que "cualquier síntoma dependiendo de su intensidad podría ser leve o grave" pero detalla algunos de los graves como "dificultad respiratoria o disnea, cualquier tipo de trastorno de tipo neurocognitivo o neurológico, intensidad alta de la tos, fiebre o cualquiera de los síntomas que pudiésemos considerar menores que indicarían un proceso en avance y una necesidad de actuación de otro tipo". En cualquier caso, el médico de familia será el que debe discriminar ante cualquier duda si esa sintomatología es grave o no.

En cualquier caso, conviene tener en mente que "siempre existe la posibilidad de que una enfermedad se complique, que comience con una sintomatología leve y, a medida de que las defensas de su organismo no den la respuesta adecuada para vencer esa patología, se pueda agravar".

Además, en la COVID hay otro componente de gran importancia y es la COVID persistente: "Puede aparecer con independencia de la intensidad con la que se pase la enfermedad y, si perdemos la posibilidad de hacer un diagnóstico, perdemos la posibilidad de relacionar cualquier patología futura con el COVID", según señalan desde SEMG.

¿Qué hacen en otros países?

Todos tenemos en mente la imagen de los orientales con mascarillas ante cualquier catarro o, incluso, para evitar la contaminación de las grandes ciudades. Aquí aún no sabemos cuándo se retirará la mascarilla de interiores ni de qué forma se hará, pero la mayoría de los médicos coinciden en su eficacia para prevenir todo tipo de enfermedades respiratorias. "Sería recomendable que se mantuvieran en situaciones de un contacto constante con las mismas personas y una cercanía alta. El contacto y el tiempo son claves en la transmisión de los aerosoles", apunta el doctor Lorenzo Armenteros.

"Hay algunos países que permiten la autodeclaración de una enfermedad respiratoria, que sería equivalente a una baja laboral autodeclarada, algo que podríamos aprender como método de reducción de la carga burocrática que conlleva la tramitación de las bajas. Otros países hacen una recomendación obligatoria de que el paciente permanezca en casa. Podríamos aprender de medidas similares en países de nuestro entorno, así como no acudir al médico o ser atendido de forma telemática", explica este médico.

Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) han percibido que ya se ha reducido considerablemente el número de test de diagnóstico. Lo achacan a que, aunque todavía no han desaparecido del todo las medidas de prevención "ya hay una liberación emocional en muchas personas": "Al eliminar cuarentenas, todo el mundo se relaja en las medidas y no tiene esa necesidad por saber si se ha contagiado".