El timo de la tauromaquia

Taurolandia

Es una cuestión de supervivencia. Se calcula que en el año 2040 dos de cada tres españoles serían toros si se prohibiese el noble arte del toreo. “Estos animales proliferarían sin control, se adueñarían de nuestras instituciones y nos robarían nuestros trabajos”, asegura Jaime Mochito, biólogo por la universidad de John Hopkins y uno de los mayores especialistas mundiales en el comportamiento de estos crueles animales.

Para entender cómo hemos llegado hasta aquí basta con remontarse al año 2000 a.C. en la península ibérica. Según archivos históricos consultados para este reportaje, el detonante que da comienzo a la tauromaquia es una col. Una col que pertenecía a un hombre español y que se la quiso comer una vaca común. Al percatarse de tal ultraje, el hombre inicia una pelea cuerpo a cuerpo con el animal en la que ambos, finalmente, acaban muriendo. La guerra entre el toro y el hombre acababa de comenzar.

Antropólogos expertos en comportamiento animal aseguran que, desde entonces, el único propósito del toro en el mundo es buscar la extinción de la raza humana. “La guerra entre el hombre y el toro no va a acabar nunca. Muchos opinan que no debería haber corridas de toros, pero cualquiera que sepa un poco de lo que habla sabe tiene que haberlas. ¿Qué vamos a hacer? ¿Firmar un armisticio? Paz, muy bien. Pero ya sabemos cómo acaba eso: una guerra fría y una carrera armamentística”, reflexiona uno de los toreros más reputados de nuestro tiempo, Kike García.