El espectáculo de Modric dirigiendo al Real Madrid desde el banquillo: "Vaya tonto, madre mía"
Con la ausencia de Ancelotti en Balaídos, el futbolista croata se mostró como uno más del cuerpo técnico en los minutos finales del partido
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La faceta de entrenador es algo que se puede llevar dentro o que puede aparecer en algún tramo concreto de nuestra existencia. No todos son conscientes de la validez para desarrollarla. No obstante, lo que Luka Modric mostró el pasado sábado en Balaídos podría ser un atisbo del futuro del croata una vez decida colgar las botas. Un auténtico recital de dirección de campo en el momento más oportuno, puesto que su entrenador Carlo Ancelotti no estaba presente en el feudo celtista y Davide no estuvo demasiado participativo.
El centrocampista del Real Madrid fue sustituido en el minuto 74 por Fede Valverde. En ese momento, el conjunto blanco ganaba 1-2 y la tensión era máxima tras los tres penaltis señalados a favor del equipo de Concha Espina y el gol anulado al Celta de Vigo en la primera parte. Fruto de ello y a pesar del cambio, Modric quiso seguir siendo partícipe del encuentro dirigiendo desde el banquillo, ejerciendo funciones de primer entrenador y ayudando en lo posible a su club.
La escena
Las cámaras de El Día Después captaron la secuencia completa. El croata llega al banquillo, le choca la mano a todos los compañeros y sus nuevos encargos no tardan en llegar. Militao se empieza a tocar la pierna con visibles problemas físicos y el recital comienza. "Nacho, Nacho, entra", le grita Modric mientras el español se despoja del chandal. "Nacho, calienta", le insiste. A su vez, el '10' blanco intenta volver a comunicarse con el central brasileño diciéndole: "Eh, tírate...". Sin embargo, Militao no hace caso de las indicaciones del 'nuevo entrenador' y eso no gusta a un Modric que verbaliza su enfado: "Vaya tonto, madre mía". El enfado va a más y el croata golpea contra el suelo su botella de agua que acaba rota.
Llega el final del partido y el alivio llega a toda la plantilla pero en particular al protagonista en el banquillo. Modric saludó a todos sus compañeros y se fue directo a celebrar con los aficionados madridistas presentes en Balaídos, mientras cantaba junto a ellos "Así, así, así gana el Madrid".