Luis Medina ha roto su silencio. El empresario, investigado por haber cobrado comisiones millonarias al Ayuntamiento de Madrid por un contrato de material sanitario, ha dado su versión de los hechos y ha contradicho en varios puntos las justificaciones del alcalde José Luis Martínez-Almeida. En una entrevista en El Confidencial, Medina ha asegurado que su contacto con un familiar del alcalde, no fue directa, sino a través de un conocido que tenía relación con un hermano del alcalde. No un primo, como se dijo en las primeras informaciones. También ha afirmado Medina que ese contacto le dio un número de teléfono para hablar con la persona encargada de comprar el material. Un aspecto que contraviene lo que ha explicado Almeida, que informó de que al empresario se le facilitó un correo oficial, como a todos los interesados. En la entrevista, Medina se reafirma en varias ocasiones de que su contacto, según tiene entendido, fue con un hermano del alcalde, aunque no conoce su nombre. El empresario, personaje público por ser hijo del Duque de Feria y Naty Abascal, ha explicado que él nunca habló directamente con el familiar de Almeida, sino que fue una tercera persona anónima que ambos tienen en común, quien le trasladó su oferta para vender material sanitario. Medina se ofreció como intermediario, porque él conocía a una persona, el otro investigado, el empresario Alberto Luceño, que trabaja en Asia y podía traer productos sanitarios muy necesarios en ese momento, como mascarillas, guantes o test. Fue entonces, según el testimonio de Medina, cuando el hermano de Almeida le dio a su contacto entre ambos el teléfono de Elena Collado, que era la persona del Consistorio encargada de gestionar y canalizar las compras de material en esos momentos, en marzo de 2020. Resta importancia Medina a que haya sido un número telefónico y no un correo: «A mí me pasaron el teléfono de Elena Collado, pero igual que si te llega un contacto por WhatsApp. Solo eso. La llamé y hablé con ella». Un hecho que contradice la versión de Almeida, que este miércoles, tras conocerse detalles del caso, aseguró que «su familiar» le había dado a Medina un correo electrónico oficial, al igual que se le facilitaba a otras personas interesadas que llamaron en ese momento. Medina sí ha reconocido que cobró el millón de euros que se le atribuye, pero, de nuevo, le ha quitado importancia. Ha asegurado que esa es la comisión normal que se percibe en estos casos cuando se ejerce como intermediario, un 8% del total del contrato. «No es ilegal, pero comprendo que haya gente que no lo entienda», ha dicho Medina en referencia al alto monto que cobró. El empresario también ha afirmado que él ya habló con la Fiscalía, que puso todo a su disposición, porque, ha insistido, no ha hecho nada fuera de la ley. No se puede responsabilizar, sostiene, por lo que haya hecho Alberto Luceño, el otro implicado: «No puedo responder por lo que hiciera la otra persona».