El exsegundo de Luis Enrique: "Con Luis fue como un divorcio, pero él se queda con la casa, los niños y el coche"
"No hubo ninguna bronca, pero ninguno estaba cómodo", explica el exintegrante del staff de Luis Enrique en una entrevista a 'AS' donde explica el porqué de su salida de 'La Roja'
El pasado 25 de febrero saltó la sorpresa. Jesús Casas dejaba se ser segundo de Luis Enrique en la Selección. Una decisión fulminante e inesperada porque aunque no estuviese en el radar del gran público, desempeñaba un papel fundamental en la Selección Española como mano derecha del técnico asturiano. Ahora, el madrileño ha aclarado en una entrevista con 'AS' los motivos de su marcha. "No hubo ninguna bronca, pero sí un desgaste", afirma.
Más información
La relación entre Jesús Casas y Luis Enrique se remonta al año 2010, cuando trabajaron juntos por primera vez. El madrileño trabajaba como freelance y elaboró unos informes para los rivales del Barça B en la fase de ascenso a Segunda División. Siguió trabajando para las inferiores del FC Barcelona, pero fue con la llegada de Luis Enrique al banquillo del primer equipo cuando lo volvió a reclamar como analista. La marcha del asturiano de la Ciudad Condal separó sus caminos hasta 2018, cuando se reencontraron en la Selección a petición expresa de Luis Enrique. La salida de Robert Moreno lo alzó al segundo escalón del staff, donde se produjo el desgaste.
"Hemos tenido nuestros roces evidentemente. Lo normal en una relación de tanto tiempo. Lo mismo que le puede pasar a usted con su jefe. Lo que pasa es que siempre sale mal parado el empleado. Es como en un matrimonio en un divorcio, lo que pasa es que él, al ser el jefe, se ha quedado con el coche, la casa, los niños, el perro y el apartamento y tú te vas a dormir a casa de un colega. Es que esto es así. No hay que darle más vueltas", explica.
"No hubo una gran bronca con Luis Enrique, pero sí un desgaste"
— Jesús Casas
"No fue una dimisión como tal. Me voy porque la relación se va desgastando en lo personal y eso va afectando a lo profesional. Empezaron a surgir dudas. Ninguno estaba cómodo. La decisión final fue compartida, pero no hubo broncas ni nada concreto", avanza Jesús Casas. El técnico no quiso ni esperar al Mundial porque "no merecía la pena esperar".
Los siete años de trabajo codo con codo no se vieron, en primer término, reflejados en el comunicado de despedida que lanzó la RFEF. Casas se acordó de Rubiales y Molina, pero no mencionó a Luis Enrique ni en los agradecimientos. A las dos horas rectificó, aunque 'el mensaje' ya se había propagado. "Realmente fue una gilipollez. Como me había despedido de Luis por la mañana, pensé que para qué me iba a despedir dos veces. Si hubiera querido meter polémica, hubiera seguido sin meterle y hubiera seguido con la polémica. No había intención de generar nada. Fue por simple desconocimiento", aclara.
Sobre cómo fue esa despedida, Jesús afirma que "se habló sin más", aunque recalca el agradecimiento que tiene a Luis Enrique: "Hemos tenido nuestros roces, pero no le guardo rencor, todo lo contrario. Luis es especial para lo bueno y para lo malo". En la entrevista, el exintegrante del staff de 'La Roja' menciona el fuerte carácter de Luis Enrique, pero no lo encuadra dentro de las causas de las marchas de Roberto Moreno, Ochotorena, Sambade y la suya del cuerpo técnico. "Desgaste hay, pero creo que ha sido más casualidad que otra cosa. Puedes pensar que pasa algo extraño, pero no ha habido enfrentamientos. Cada caso ha sido diferente, no sé decir el porqué", concluye.