Hoy por Hoy GijónHoy por Hoy Gijón
Sociedad | Actualidad

Pasado y presente de los puertos de Gijón y Avilés

El geógrafo urbanista Rafael Suárez-Muñiz repasa en SER Empresarios la evolución de los puertos asturianos desde el imperio romano hasta la actualidad

Pasado y presente de los Puertos de Gijón y Avilés

Pasado y presente de los Puertos de Gijón y Avilés

24:06

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1649837479080/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Gijón

La historia y las dualidades portuarias e industriales de ambos puertos se remontan incluso al imperio romano. Ya en tiempos del emperador Octavio Augusto, los romanos tenían un primer varadero a los pies de la rasa costera del cabo Torres y lo mismo que concibieron a ambos lados del cerro de Santa Catalina. "En Gijón ya se había hecho con la campa Torres hacia el año 40 de nuestra era y, a finales del siglo I d. C, en paralelo a esta acrópolis se fue urbanizando Cimadevilla, también en otro altozano pero mejor situada. Los romanos ya eran conscientes de la situación geográfica y las consecuencias del predominio de los vientos del nordeste".

Los primeros puertos conocidos de Gijón

En algunas vistas idealizadas de la primitiva ciudad de Gijón en la plena Edad Media se puede ver dibujado un pequeño dique a la altura de la actual iglesia de San Pedro. Hasta el siglo XV, el puerto más próximo a la urbe estuvo ahí. En esa centuria se trasladó la función portuaria a la bahía occidental de la península, más a resguardo y alejada de un pedrero, algo problemático en bajamar.

Ampliaciones y denominaciones de los nuevos muelles

En 1480, los Reyes Católicos autorizaron la construcción de un cay o muelle de mar, que mediada la centuria siguiente, se cerró formando una dársena con un muelle de tierra o contracay (adosado o paralelo al paseo) también denominado como muelle del Bombé. Ese primer cay fue ampliado en 1871 por la sociedad de Florencio Valdés y fue denominado 'muelle Victoria', que es donde se asienta la Rula, primero gestionada por la Cofradía de Pescadores y tras el PERI del puerto local acondicionada como sala de exposiciones.

A mediados del siglo XIX se produjeron dos obras clave que supusieron la repentina urbanización de la villa. El muelle del Carbón, que ya existía en 1834 y la posterior creación del dique de Santa Catalina, popularmente conocido como punta Lequerica en 1864. Gijón fue el primer puerto extractor de carbón de las cuencas mineras de los valles del Nalón y el Caudal por el puerto viejo, después desde El Musel que también se convirtió en puerto siderúrgico. La finalización de la fisionomía del puerto viejo, tal y como se conoce en la actualidad, concluyó con la inserción de los muelles de Fomento.

San Juan de Nieva, competencia portuaria e industrial

En el siglo VIII, el puerto de Avilés ya funcionaba al servicio de la villa presidida por el castillo o alfoz de Gauzón, pero también en tiempos del asentamiento romano junto a la ría de Avilés.

En el año 1085, el rey Alfonso VI le concedió a Avilés un fuero para el beneficio del tráfico de mercancías. A partir del siglo XII nació el monopolio del comercio marítimo y del almacenamiento de la sal, convirtiendo a Avilés en el principal puerto de la mitad norte del país en introducción del mineral durante siglos. En el XVI se acometieron las obras de construcción de un cay o muelle de agua a la altura del futuro puente de San Sebastián que comunica con el municipio vecino de Gozón.

La ganancia de terreno por la margen izquierda de la ría de Avilés se produjo entre 1870 y 1917. Mientras se construía la carretera de la costa, el ferrocarril del Norte y el puerto de San Juan de Nieva, se desecaron las marismas provocadas por las crecidas y la desviación de los meandros de la ría. Al canalizar el tramo que conduce al estuario en aquel espacio inundable se hizo el actual parque del muelle o de Sabugo.

Apagadoristas y muselistas

La guerra entre apagadoristas y muselistas se mantuvo entre 1862 y 1889, cuando el Estado decidió hacer el puerto de El Musel. Los primeros querían mantener sus intereses económicos alrededor de la dársena vieja y que las grandes obras infraestructurales y la decantación industrial pesada no alterase su confort y nivel de vida en el entorno de Jove y La Calzada. Eran nombres como el banquero Calixto Alvargonzález Landeau; la escritora Concepción Arenal y su hijo, el ingeniero Fernando García Arenal (autor del proyecto de ampliación del muelle local), los navieros del puerto local Óscar Olavarría y Melitón González; Vicente Innerárity, cofundador del diario El Noroeste, y el alcalde Casimiro Domínguez Gil.

En el bando rival, los muselistas apostaban con el favor del Estado por la creación de un puerto de abrigo que fuera el mayor de la región y lo lograron. Estos también tenían sus casinos, sus cafés, su puerto obviamente y hasta su semanario local 'El Musel'. En sus filas, de aire progresista, se alinearon empresarios mineros interesados en mejorar la exportación de carbón. El conde de Revillagigedo, era uno de los propietarios del lugar donde se construyó El Musel.

El Musel

Finalmente, ganaron la partida los muselistas, el puerto de refugio de Asturias se llevó a cabo según el antiguo proyecto de Salustio González de Regueral (1854) al pie del cabo Torres, en Jove y lo ejecutó su hijo Vicente González de Regueral en terrenos del marqués de San Esteban del Mar.

El estado decidió acometer en 1889 ambos proyectos pero unificar la potencia portuaria erigiéndose El Musel como el puerto de Asturias. Se hizo El Musel y también se amplió el atraque y el calado del puerto viejo. En términos de comunicaciones, quedaría perfectamente conectado por ferrocarril con el túnel de Aboño, por la línea de tranvía y por la posterior avenida Príncipe de Asturias.

A lo largo del siglo XX fraguaron ampliaciones servidoras como el dique Norte, los muelles de Ribera, el I y el II, el Espigón, el dique de Levante o el dique Príncipe de Asturias, vitales para la consolidación de una amplia zona terrestre de servicios en la que habilitar cargaderos, terminales, vías ferroviarias, edificios y equipos varios.

Las inmediaciones del puerto de El Musel provocaron la mutación funcional y estética de Jove. Se hicieron casas y poblados para los trabajadores como el de Portuarios y el Muselín así como las más próximas a la avenida Eduardo Castro junto al campo de futbol de El Puerto y el frontón. Jove era en el siglo XIX el Somió de la época.

Presente de los puertos de Gijón y Avilés

El viejo puerto mercante y pesquero de Gijón cambió totalmente su fisionomía y su función a finales de la década de 1980. La redacción y aprobación del Plan Especial del Puerto al calor del nuevo planeamiento urbanístico democrático de 1986 firmado por Ramón Rañada, dio a los gijoneses la posibilidad de disfrute de nuevos espacios públicos, muchos de ellos para el ocio. La antigua rula, sin ir más lejos, se convirtió en sala de exposiciones y todo el waterfront se acondicionó y peatonalizó para crear un paseo integrado en el nuevo puerto deportivo.

Mientras que en la ría avilesina se acometió una gran renaturalización desde la bocana hasta Llaranes, haciendo un excepcional paseo o senda peatonal reverdecida. La desindustrialización progresiva fue de la mano de la limpieza de la ría, en cuya margen derecha se proyectó el Centro Niemeyer.

Alicia Álvarez

Alicia Álvarez

Alicia Álvarez es licenciada en periodismo por la Universidad San Pablo CEU. Trabaja en SER Gijón desde...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00