A vueltas con la Variante

Asturias

Debería estar prohibido que los políticos, sean del partido que sean, hablen en público de la futura apertura de la variante ferroviaria de Pajares. Si les quedase un mínimo de dignidad tendrían que ser ellos mismos los que renunciasen no sólo a referirse a la inauguración de tan trascendental obra para Asturias sino, incluso, a hacer cualquier tipo de comentario sobre ella hasta que no vayan los trenes bajo la Cordillera.

Lo sucedido con la Variante es una indecencia. A la clase política española debería caérsele la cara de vergüenza. Pero no, ¡qué va!, ahí siguen dando la matraca una y otra vez atribuyéndose unos y otros, es decir, socialistas y populares, no se sabe muy bien qué protagonismo. La última en hacerlo ha sido la actual ministra de Transportes Raquel Sánchez quien en uno más de los tradicionales actos de autobombo del PSOE vino a Asturias, a Ribadesella en concreto, a anunciar que la Variante comenzará a funcionar “a principios de 2023”, es decir, dos años después de lo que había previsto el propio Gobierno de Pedro Sánchez cuando tomó posesión en 2018.

Un 'retrasito' más si analizamos lo sucedido con el proyecto a lo largo de los años. Las obras comenzaron en 2004, con la previsión de que se finalizasen en 2010. Durante su mandato el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero anunció que la Variante se abriría, seguro, seguro, en 2012. Pero que si te vi no me acuerdo. Diez años después ahí seguimos y un ministro tras otro ¡venga a incumplir sus compromisos! Ministros y todo tipo de responsables políticos.

La número dos del PSOE, la riosellana Adriana Lastra, que estuvo con la ministra, explicó que estos dos últimos años de retraso se deben a la pandemia y al confinamiento. ¡Ah!, y también al incremento de precios por la invasión rusa de Ucrania. Eso sí, de acelerar los trabajos para paliar los efectos de estas causas de fuerza mayor no dijo nada.