La vida a 2.200 metros: así es cuidar de un refugio de montaña
Miquel Sánchez, al frente del Refugio de Ventosa i Calvell, es el más veterano de cuantos cuidan de este tipo de alojamientos repartidos por toda España
La vida a 2.200 metros: así es cuidar de un refugio de montaña
Bilbao
Miquel Sánchez, "The Boss" para sus conocidos, es el guarda de refugios más veterano de toda España. Desde hace 40 años cuida de los montañeros y montañeras que acuden al Refugio de Ventosa i Calvell, situado sobre l’Estany Negre en el Parque Nacional de Aigüestortes.
"Cuando empecé, la afluencia de clientes era muy limitada". Recuerda Miquel el año 1982, en el que se instaló en su nuevo hogar, situado por encima de los 2000 metros. "En aquellos años había fines de semana de julio y de agosto en los que no venía nadie a dormir al refugio. Ahora eso es impensable", añade.
Cambió Barcelona por Aigüestortes
Miquel dio un volantazo a su vida en 1982, tenía un buen trabajo en una empresa de publicidad y vivía en Barcelona, pero se cansó y decidió que tenía ir al que considera su hábitat natural, la montaña. El veterano guarda, de 67 años, es además uno de los artífices del popular recorrido circular Carros de Foc, pero antes ya había sido integrante de varias expediciones al Manaslu y Everest.
Su historia se ha plasmado en el libro El guardià de l'estany Negre, en el que la periodista de La Vanguardia Rosa Bosch cuenta el día a día en un refugio de altura.