Imola se ensaña con Sainz y Alonso: así te lo hemos contado en 'Carrusel'
Doble abandono en las primeras vueltas: Carlos se quedó en la grava después de un toque, Fernando tuvo que retirarse después de un toque en su pontón
Carlos Sainz durante su accidente con Daniel Ricciardo
No pudo empezar peor el GP de la Emilia-Romaña para los pilotos españoles. Después de una esperanzadora sesión al 'sprint' para Carlos Sainz, donde logró remontar del décimo al cuarto puesto y de un Fernando Alonso confiado con las condiciones cambiantes de la pista, la carrera de Imola se presentaba como una oportunidad para ambos pilotos. El de Ferrari para reafirmarse en territorio 'tifosi' después de su renovación y de un viernes negro. El de Alpine para recoger puntos después de que su A522 le haya condenado en las tres carreras anteriores. Pero en la séptima vuelta los dos pilotos ya estaban fuera de carrera. La mala suerte se cebó con ellos.
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Sin culpa ni opción
En una salida marcada por el spray que escupen los coches con la lluvia, Carlos Sainz se batió con Daniel Ricciardo en la primera chicane. Con la posición ganada y el interior dominado después de una mala salida, donde perdió posición con Norris, el piloto australiano golpeó al madrileño por detrás tirándolo fuera de la pista.
El Ferrari quedó atrapado en la grava, del mismo modo que en el GP de Australia, donde abandonó tras trompear en la primera vuelta intentando adelantar en medio del pelotón. Ricciardo logró reconducir su Mclaren, pero Carlos Sainz tuvo que abandonar por segunda carrera consecutiva sin opción alguna. Después de la prueba, el madrileño habló decepcionado sobre el incidente: "Ha sido una pena. No he salido bien, pero he dejado a Ricciardo todo el espacio que he podido. Él ha cometido un error y me ha dado. Así son las carreras, no he podido hacer nada".
El accidente de Carlos Sainz suscitó otro incidente por detrás que golpeó de lleno a Fernando Alonso. Mick Schumacher perdió el control de su Haas, golpeando contra el potón del Alpine del piloto asturiano. La resalida mostró todas las tripas del A522, que cayó en picado su rendimiento hasta diluirse a la decimotercera posición. Con el tercer motor de la temporada en riesgo, Alonso se retiró, sumando así su segundo abandono de la temporada después del de Arabia Saudí.
Tras la carrera, el asturiano se lamentó por lo sucedido: "Otra vez volvimos a tener bastante mala suerte. No podemos controlar que Mick Schumacher haga un trompo, nos acaricie y nos destroce el coche. Parece de película, nos está pasando de todo este inicio de temporada". Después de una negativa carrera al 'sprint', donde cayó desde la quinta a la novena posición, Alonso afrontaba con expectativas la carrera, tal y como comentó a los micrófonos de 'DAZN'. "Había oportunidades con las condiciones cambiantes. Cuando sales en el medio pueden pasar más cosas. El resto son coches indestructibles, menos el nuestro que se rompe a pedazos", afirmó resignado. Sin embargo, el bicampeón del mundo lanzó un mensaje de optimismo: "Toca pensar en positivo. Aún quedan 19 carreras. Después de Imola el año pasado teníamos 1 punto y acabamos súper bien el año. Este año tenemos dos. Esperamos reconducir esto. Miami será mejor".
Drama absoluto vivido en Carrusel: así te contamos los abandonos de Carlos Sainz y Fernando Alonso en Imola
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Juan Antonio Requena
Estudiante de periodismo. Antes en Diario AS. Ahora aprendiendo en SER Deportes
