"La pandemia ha acentuado el problema del sobrepeso entre la población"

Logroño

Abordamos una pandemia que estaba ahí mucho antes que el COVID-19 y que según los expertos puede afectar a 8 de cada 10 varones y a un 55 por ciento de las mujeres en el horizonte de 2030. Nos referimos al sobrepeso y a la obesidad. El problema ya estaba ahí, pero la pandemia, un mayor sedentarismo, una mayor ansiedad lo han agravado, y un escenario como el actual, con una altísima inflación, puede provocar que los hogares, sobre todo los hogares con rentas más bajas, puedan decantarse por una alimentación cada vez menos saludable y más basada en la conocida ‘comida basura’. Tratamos además el tema en un momento en el que con la proximidad del verano se multiplican esas fórmulas para lucir un mejor aspecto. Dietas mágicas que a menudo entrañan riesgos para la salud.

Para Antonio Murillo, docente experto universitario en Nutrición Deportiva, uno de los peores efectos de la pandemia ha sido el sedentarismo, el refugio que ha supuesto la comida para las situaciones de ansiedad, y un incremento en el consumo de medios digitales. Este experto considera además “que es un error asociar la comida sana con comida cara, ya que se puede llevar una dieta perfectamente saludable sin que esto tenga un impacto en la cesta de la compra”.

Por su parte, María Jesús Chinchetru, Endocrina y Nutricionista, alerta sobre el peligro que entrañan las conocidas como ‘dietas milagro’, ya que no consiguen actuar sobre “el auténtico objetivo de una dieta saludable, que es la perdida de grasa”. Chinchetru incide además sobre la vertiente psicológica del sobrepeso y la obesidad. Y es que a su juicio "se está victimizando en exceso a la persona obesa, algo que no ocurre por ejemplo con los fumadores, a los que se les ve como personas a las que hay que ayudar"

Un experto más, el Pediatra José Vicente Bernard, insiste en que no vale con el concepto de una alimentación saludable, sino que lo que hay que buscar son hábitos de vida saludables, algo que incluye, “además de una alimentación sana, el ejercicio físico, una correcta planificación del sueño y, sobre todo en los niños, una limitada exposición a las pantallas digitales”. Bernard incide también en el efecto psicológico que la obesidad tiene en la infancia porque "son niños más expuestos al acoso escolar y a las burlas en las prácticas deportivas".