Los trabajadores de Twitter ponen a prueba la libertad que predica Elon Musk: "¿Soy rico o estoy despedido?"
La empresa asegura que no habrá despidos en el corto plazo, pero la incertidumbre reina entre los empleados
Elon Musk ha hecho realidad su propósito de comprar Twitter, red social que ha definido como "la plaza digital del pueblo". "Espero que hasta mis mayores críticos permanezcan en Twitter, porque eso es lo que significa libertad de expresión", valoró a través de la que ya es su plataforma. Qué cambiará y qué no es, aún, una incógnita, tanto para tuiteros como para los propios trabajadores de la compañía.
"Existe incertidumbre acerca de lo que ocurrirá una vez se cierre el acuerdo", expresó el consejero delegado de Twitter, Parag Agrawal, en una videollamada en la que respondió a preguntas de sus empleados tras conocerse que la empresa había aceptado la oferta de compra por parte del hombre más rico del mundo. Según publica 'The Verge', Agrawal aclaró que en estos momentos no se prevén despidos, pero no puede asegurarlo de cara al futuro. De hecho, tampoco confirmó si él seguiría al frente de la compañía.
Más allá de las palabras del directivo, las dudas de la plantilla de Twitter se han trasladado a los canales de Slack (herramienta de comunicación interna) de la empresa. También a la propia red social, donde algunos de los trabajadores han ironizado sobre su futuro y han puesto a prueba el concepto de libertad de expresión que defiende el magnate sudafricano.
"¿Alguien puede decirme si soy rico o estoy despedido?"
"Otro día extremadamente normal trabajando en esta empresa extremadamente normal", bromeó Ned Miles, responsable de Audiencias de Twitter en Reino Unido, desde su cuenta personal. Después, lanzó otro divertido mensaje que resumía las preocupaciones de muchos de sus compañeros: "¿Alguien puede decirme si soy rico o estoy despedido, por favor?".
En la misma línea se pronunciaba Michäel Jarjour, gerente de socios de Twitter en Ámsterdam desde hace un año y medio: "Hay mucha libertad de expresión en nuestro Slack". Antes de ello, Jarjour compartió una reflexión de la académica y periodista británica Emily Bell sobre la capacidad de decisión de los trabajadores en una decisión tan trascendental como esta: "Hay que tomarse un momento para pensar en lo que completamente loco que es que, en 2022, una empresa con un conjunto de datos significativo de comunicaciones públicas y privadas, donde hay municipios, empresas y gobiernos, pueda cambiar de dueño con prácticamente cero escrutinio".
Tony Haile, director de Producto en las oficinas de Nueva York, también ha dejado una retahíla de mensajes en la red del pájaro. "Pero Tony, ¿si te vas a una gran empresa no perderás la emoción de estar en una 'startup'?", comentaba ayer. Este martes ha sido más sutil. Ha tuiteado la imagen de una botella de whisky y se ha limitado a señalar que ha descubierto que esta bebida es "realmente buena".
La otra corriente de pensamiento que predomina en el equipo de Twitter consiste en reivindicar el trabajo hecho hasta la fecha y en pedir una línea continuista. El CEO de la empresa, Parag Agrawal, lo ha expresado así desde su perfil: "Twitter tiene un propósito y una relevancia que impacta al mundo entero. Profundamente orgullosos de nuestros equipos e inspirados por el trabajo, que nunca ha sido más importante".
"Cuando me uní a Twitter hace cuatro años y la gente me preguntó por qué me alejaría de la estabilidad de Google dije: 'Oye, o cambiamos la empresa o acabarán comprándonos. De todas formas, será una gran historia'. No podía imaginarme que ambas cosas sucedieran", relata Abhijit Mehta, responsable de ingeniería de Twitter Blue, en un mensaje acompañado del 'hashtag' #OneTeam.