El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha exigido este miércoles la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, al considerar que está «incapacitada políticamente para seguir» en su cargo y para gestionar «el peor escándalo de espionaje de las últimas décadas». En la sesión de control al presidente catalán, en el pleno del Parlament, Aragonès ha tachado de «insultantes» las palabras de Robles en el pleno del Congreso, donde se ha preguntado «qué tiene que hacer un Estado, un Gobierno, cuando alguien vulnera la Constitución, declara la independencia, corta las vías públicas, realiza desórdenes públicos, tiene relaciones con dirigentes políticos de un país que está invadiendo Ucrania». Aragonès ha dicho que las palabras de Robles son «extremadamente graves» y «la incapacitan políticamente para seguir en este cargo y gestionar el peor escándalo de espionaje de las últimas décadas», porque dan «vía libre para espiar» al independentismo, pese a ser una opción democrática «legítima» que «gana elecciones». Según Aragonès, Robles «debería asumir responsabilidades», o el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendría que echarla, porque «el CNI estaba bajo su responsabilidad» cuando se produjo el caso de espionaje denunciado. Si Robles no sabía nada, ha dicho, debería dimitir «por incompetente», y si lo sabía, debería irse «por vulnerar los principios democráticos más básicos». Aragonès ha denunciado, además, que «una ley franquista protege hoy a la ministra de defensa» para que no se vea obligada a desvelar ciertas actuaciones del CNI. Para Aragonès, «es imprescindible que haya transparencia» y se indaguen «hasta el final» las denuncias de espionaje político, mientras que el presidente del grupo de ERC en el Parlament, Josep Maria Jové, ha acusado a Robles de «mentir, difamar y amenazar». Por su parte, el líder parlamentario de JxCat, Albert Batet, ha denunciado que «España no es ni un Estado democrático ni un Estado de Derecho», porque «vulnera derechos fundamentales sin límites y sin escrúpulos» para combatir el independentismo, y ha comparado el Estado español con Polonia y Hungría. Batet ha instado a sus socios parlamentarios de ERC a «no continuar dando apoyo» a un Gobierno de Pedro Sánchez que «no dialoga, solo investiga y espía». En la réplica, Aragonès ha apelado a la «máxima unidad y las máximas alianzas» entre las fuerzas democráticas para oponerse a prácticas de espionaje político y exigir que se esclarezca este caso. Desde la CUP, la diputada Eulàlia Reguant ha tachado a Robles de «guardiana de las cloacas» del Estado, ha rechazado cualquier trato con el Gobierno y ha advertido de que los socialistas no son socios fiables: «Se nos mean encima y nos dicen que llueve», ha protestado.