El Gobierno recorta la previsión de crecimiento del 7% al 4,3% para 2022 por las consecuencias de la guerra en Ucrania
Calviño insiste en que España "mantendrá una senda fuerte de crecimiento económico de 2022 a 2025" pese a revisar la previsión para alinearla a las del resto de organismos económicos internacionales
Madrid
El Gobierno ha cumplido el guion y ha rebajado al 4,3% la previsión de crecimiento de España para 2022 y al 3,5% para 2023. En el caso de este año, supone una rebaja de 2,7 puntos respecto a su anterior estimación. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, han presentado este viernes el nuevo escenario macroeconómico 2022-2025 con la ya anunciada revisión "significativa" a la baja de la previsión del PIB en 2022, situada hasta ahora en el 7%, en un contexto de elevada incertidumbre ante el impacto de la guerra en Ucrania y la escalada de precios.
Calviño ha asegurado que la economía española tendrá "un fuerte ritmo de crecimiento económico en 2022 y 2023" por encima de otros países europeos. Destaca "el excelente comportamiento del mercado de trabajo" por la reforma laboral y el crecimiento de la economía. La ministra ha puesto el acento en que, "gracias a la reforma laboral" aumenta mes a mes el porcentaje de la contratación indefinida. La vicepresidenta ha explicado que el Ejecutivo ha tenido que alinear su previsión a la del resto de organismos económicos internacionales ante la incertidumbre por la guerra de Ucrania.
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El Gobierno debe remitir a Bruselas esta semana -antes del 30 de abril- el Programa de Estabilidad 2022-2025, que incluirá el escenario fiscal a medio plazo y la actualización del cuadro macroeconómico, que recogerá unas previsiones "alineadas" con las estimaciones realizadas por el conjunto de organismos, según ha avanzado Calviño.
En un contexto marcado ahora por los efectos de la guerra en Ucrania y la escalada de precios, todos los organismos nacionales e internacionales han rebajado sus previsiones de crecimiento para España y han elevado las estimaciones para la inflación.
Previsiones de otros organismos
En el territorio nacional, el Banco de España recortó su previsión de crecimiento de la economía española en 2022 al 4,5% y elevó la inflación media al 7,5%, mientras que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) rebajó al 4,3% sus estimaciones para el PIB en 2022 y situó en el 6,2% la inflación.
A nivel internacional, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó en un punto sus estimaciones, aunque las perspectivas de crecimiento para España (4,8%) las situó por encima del resto de grandes economías del euro.
Con este panorama de incertidumbre, el Ejecutivo ha preferido no realizar constantes revisiones sobre el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y de otros parámetros macroeconómicos y ha decidido ceñirse a lo establecido. Y es que sólo debe lanzar previsiones dos veces al año, en abril para hacer el Plan de Estabilidad que remiten a Bruselas y en otoño, para hacer el plan presupuestario.
Las pasadas previsiones
Por ello, aún se mantienen las previsiones de septiembre del año pasado realizadas para la actualización del cuadro macroeconómico que acompañó a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, que estimaban un crecimiento para el PIB del 7% este año o que el deflactor del PIB se situase en el 1,5%.
En cuanto a las estimaciones sobre la tasa de paro, el Ejecutivo previó en septiembre que se irá reduciendo hasta una media del 14,1% en 2022, senda descendente que continuará en los años siguientes y en un contexto en el que también se están registrando cifras récord de afiliación a la Seguridad Social, que ya supera las 20 millones de personas.
En cuanto al déficit, el Ejecutivo recogía en el plan presupuestario que bajaría al 5% en 2022 y la reducción continuará en 2023 y 2024, ejercicios en los que caerá hasta el 4% y el 3,2%, respectivamente. La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, remarcó recientemente que el Gobierno está "en condiciones" de cumplir con su objetivo de reducir el déficit público al 5% del PIB este año, pese a las medias contenidas en el plan de choque para hacer frente a la crisis derivada de la guerra en Ucrania.
Esta mejora del déficit público también tendrá su reflejo en los datos de deuda y las últimas previsiones del Ejecutivo apuntaban a que bajaría el próximo año del 119,5% al 115,1%.
Solicitud de fondos europeos
Justo hace un año, el Ejecutivo se preparaba para remitir, junto al Programa de Estabilidad, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para canalizar los 140.000 millones de fondos europeos de reconstrucción que recibirá hasta 2026.
Aunque el shock causado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha golpeado a la economía, el Ejecutivo mantiene su voluntad de que el Plan de Recuperación alcance una "velocidad crucero" en su despliegue, para lo que ha previsto movilizar durante el primer semestre del año convocatorias por 24.000 millones de euros.
Para ello, el Gobierno ha anunciado que prevé solicitar también esta misma semana el segundo pago vinculado a los fondos europeos 'Next Generation EU', que supone el desembolso más elevado de recursos con un total de 12.000 millones de euros, ligados al cumplimiento de algunos de los hitos de mayor trascendencia del Plan de Recuperación, como es la aprobación de la reforma laboral.
Además, en este contexto cobra especial importancia complementar y prolongar la acción del Plan de Recuperación con la ya anunciada solicitud de préstamos vinculados a los 'Next Generation EU', de los que España puede recibir hasta 70.000 millones de euros.
Para esto, el Ministerio que encabeza Nadia Calviño ya está empezando a trabajar con los departamentos del Gobierno para preparar la adenda al Plan de Recuperación en la que ya que incluyan los créditos a solicitar.