Los veterinarios de la provincia de Alicante reivindican su condición de profesionales sanitarios en el Sistema Nacional de Salud

Alicante

Este último sábado del mes de abril se celebra el Día Internacional del Veterinario, un colectivo que reivindica ser reconocido, con hechos, su condición como profesionales sanitarios en el Sistema Nacional de Salud. Aseguran ser profesionales sanitarios por ley pero que, en la práctica, se sienten tratados como "de segunda" y de hecho, a principios de mes, los veterinarios de todo el país salieron a las calles de Madrid para reclamar esos derechos.

Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Alicante, que cuenta con 1.041 profesionales asociados, reclaman la creación y desarrollo de una especialidad propia de Veterinaria de Salud Pública y Comunitaria y el reconocimiento como profesión de riesgo.

Su presidente, Gonzalo Moreno del Val, recuerdan que son la única profesión sanitaria que está grabada con un IVA del 21%, un impuesto, denuncian, que afecta a la salud de todas las personas. Explica que muchos de los tratamientos que hacen los veterinarios van encaminados a tratar enfermedades animales que pueden llegar a afectar a las personas, como por ejemplo, el COVID-19.

Precisamente, la pandemia del coronavirus ha abierto un debate de cómo afrontar la Salud Pública y las recomendaciones de los grandes organismos internacionales como la OMS, que es que haya un papel importante de muchas profesiones, un enfoque multidisciplinar, denominado One Health por el cual, la salud de los animales y del medio ambiente están conectados con la salud de las personas. Recuerda que tres de cada cuatro enfermedades emergentes vienen del mundo animal. "Es ineludible estudiar la salud de los animales para entender lo que pasa en las personas y prevenir las enfermedades".

Así mismo, explica que hay una normativa que también afecta al colectivo en relación a los medicamentos veterinarios. "Nadie puede entender que haya ciertos medicamentos veterinarios, los que no están sujetos a prescripción, que uno pueda conseguir libremente en un supermercado sin ningún tipo de supervisión sanitaria y que, sin embargo, en los centros veterinarios no se puedan conseguir esos medicamentos que no están sujetos a prescripción y por lo tanto no debería haber esa incompatibilidad".

Asimismo, lamentan, que es una de las profesiones sanitarias peor remuneradas. "Es la carrera con la tercera nota de acceso más alta, sin embargo, nuestros titulados están entre los peor pagados, es una carrera muy vocacional pero luego desempeñarla es muy difícil". A las precarias condiciones laborales hay que añadir el problema de sobreoferta universitaria.

Del Val denuncia que no están teniendo un trato adecuado por parte de las administraciones ya que, por ejemplo, no han sido consultados a la hora de plantear las reformas legislativas en cuanto al bienestar animal.