El Villarreal roza el milagro ante un Liverpool que presenta su candidatura a la Champions League
Tras una gran primera mitad en la que igualaron la eliminatoria, los de Unai Emery quedan eliminados por un Liverpool que ya está en la final
No pudo ser. Después de una primera mitad sensacional que dejó igualada la eliminatoria, el Villarreal queda eliminado de la Champions League ante el Liverpool (2-3, 2-5 en el agregado). Con esta derrota, los de Unai Emery dicen adiós a una temporada histórica para el club de Castellón.
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El Villarreal nada para acabar muriendo en la orilla
Los carteles publicitarios previos al partido pedían a la afición que ellos metiesen el primer gol en la remontada contra el Liverpool, buscando hacer posible algo a priori imposible. Ni el más optimista diseñador gráfico se podía imaginar lo que venía. Con toda la personalidad del mundo, el Villarreal hizo lo impensable en el primer minuto de partido: Boulaye Dia marcaba a placer tras un pase de Capoué. El primer gol lo había metido la afición, pero lo había materializado el plan de Emery.
Por primera vez en la eliminatoria, el Villarreal buscaba arriba a su rival, igualando su alta intensidad. El Liverpool estaba con dificultades, viéndose vulnerable y obligado a replegarse. Los ánimos locales provocaron que se viese lo de Anfield, pero al revés. Aun así, había un riesgo claro que el optimismo claro no dejaba ver: la defensa estaba jugando muy arriba y a la espalda había demasiado espacio. Pese a ello, la zaga estaba rindiendo a un nivel excepcional, ejerciendo Foyth (el zaguero groguet más capaz de defender al espacio) de bombero para que el incendio no fuese a más y pudiese seguir la fiesta.
Tras un penalti no pitado que hace replantearse sobre qué jugadas son grises, el Villarreal se vino arriba. La primera parte no se iba a acabar sin empatar la eliminatoria. Capoué, que llegó por dos millones desde Inglaterra y nunca mostró un nivel de Champions League, rompió a Robertson como haría el mejor Riquelme y consiguió poner un certero centro al área para que Coquelin, otro que salió de la Premier por tener menos nivel del esperado, marcase a placer. De ser descartados desde las islas (tanto el Villarreal como sus jugadores) a poner al Liverpool entre la espada y la pared. El plan de Emery estaba funcionando, dejando aquel primer gol desde la grada en un eslogan demasiado pesimista para lo visto en la primera mitad.
La segunda parte, ya con la eliminatoria igualada, comenzó siendo déjà vu de Anfield. Con Gerard Moreno lesionado, el Villarreal perdía un jugador en la presión, obligando a los centrocampistas a multiplicarse para tapar a Keïta y Thiago, una labor tremendamente complicada tras 45 minutos de derroche físico. Además, se sumaba la amenaza de Luis Díaz. Poco a poco, el campo se fue volcando hacia el área de Rulli, haciendo que llegase lo inevitable. Fabinho se coló en la defensa del Villarreal, y tras amagar con el centro, puso el empate con un remate potente.
Con el gol, la moral del Villarreal cayó en picado. Para más inri, Luis Díaz fue creciendo más y más, haciendo insuficientes las ayudas a un desbordado Foyth. Después de un gran centro de Trent Alexander Arnold, el colombiano puso la guinda a su partido con un tanto en el que Rulli pudo hacer más. No acabaría ahí la pesadilla de los groguets y su portero, cerrando el partido Mané con un gol a puerta vacía provocado por un nuevo error del argentino. En menos de un cuarto de hora, el Liverpool había remontado el partido y desmontado el plan de Emery.
Quizás fuese de una forma tremendamente cruel, pero el Villarreal decía adiós a esta edición de la Champions League con la cabeza bien alta. Era como en 2006, a un paso de una final histórica para un pueblo de Castellón, aunque no se podía reprochar nada. Enfrente estaba el Liverpool de Klopp, uno de los mejores equipos del último lustro, un equipo superior y que había sido mejor en la eliminatoria. Posiblemente, haya una próxima, o quizás no por lo imprevisible del fútbol. Lo que está claro es que, una vez más, han puesto en el mapa Vila-real y han hecho soñar con lo imposible a todo un país.
Víctor Diéguez
Periodista según la UCM. Pasión por el deporte...