A quién pertenece tu vida privada
"Ya no estás en un mundo en el que los secretos se van a la tumba contigo y os quedáis dormidos juntitos. La tecnología cambió hasta tal punto nuestra existencia, que la hace un poco menos nuestra y más de otros, no sabemos de quién"
A quién pertenece tu vida privada
Galicia
Hubo un tiempo en el que la vida privada se caracterizaba, curiosamente, por ser privada. Ya no. Hace mucho que evolucionó hacia el escrutinio, la atención ajena, incluso la intromisión. Basta un micrófono, una puerta mal cerrada, un descuido, por supuesto un teléfono. Nunca se apagará el antiguo deseo de saber qué se cuece allí donde no te llaman. ¿Hay un punto de vista más efervescente que el que ofrece el ojo de la cerradura, por ejemplo? A veces resulta difícil no sentirse atraído por lo que ocurre al otro lado y constatar si las otras vidas se parecen o representan algo muy distinto a la tuya. Nunca mantener un secreto estuvo menos al alcance de nuestras manos. Al final, si alguien se lo propone, casi todo se sabe. Ya no estás en un mundo en el que los secretos se van a la tumba contigo y os quedáis dormidos juntitos. La tecnología cambió hasta tal punto nuestra existencia, que la hace un poco menos nuestra y más de otros, no sabemos de quién. Un teléfono, con sus plásticos, minerales, conexiones, inteligencia, representa una oportunidad, pero sobre todo un peligro. Desapareció la última frontera, el muro que no se puede derribar y que al final mantiene tus confidencias a salvo. Ahora tus asuntos te pertenecen a ti… y a todo Cristo.