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Nace 'Marjal Chopo', que garantiza el futuro de las alamedas de la Vega de Granada con 1.300 hectáreas ya 'acogidas'

Más de 70 productores se han asociado y pedirán que la Junta incluya este cultivo entre los beneficiarios de ayudas de la PAC de la Unión Europea

Foto de familia de la asamblea constitutiva de Marjal Chopo de Granada

Foto de familia de la asamblea constitutiva de Marjal Chopo de Granada

Granada

Las alamedas de la Vega de Granada tienen futuro. Tras la puesta en marcha de un programa específico que busca la continuidad en el tiempo de un cultivo y un paisaje que tenía fecha de caducidad, Granada ha dado un paso en firme de garantía. Y es que un total de 73 propietarios de tierra andaluces, la gran mayoría de ellos granadinos, han firmado este sábado 14 de mayo el acta fundacional de la Agrupación de Productores 'Marjal Chopo de Granada'.

Por lo pronto, los fundadores reúnen 1.270 hectáreas de ese cultivo de árboles, en el marco de LIFE Wood for Future/Madera para el Futuro (LWFF), el proyecto liderado por la Universidad de Granada (UGR) y financiado por la Unión Europea dentro de su estrategia financiera de acción contra el cambio climático. En la asamblea constituyente, celebrada en la sede del Instituto de Investigación Agraria y Pesquera (IFAPA) de la Junta de Andalucía en Granada, fue elegida la junta directiva de la nueva agrupación, que estará presidida por Victoria Carreras.

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Los objetivos de la agrupación, auspiciada también por la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), socia del proyecto LIFE, con su gerente Patricia Gómez al frente, son realizar una gestión común de las choperas para obtener madera de calidad, sostenible y certificada; planificar el recurso para suministrar de forma constante a la industria; desarrollar una marca con denominación de origen; vender o subastar lotes conjuntos de madera para conseguir mejores precios de cara a estabilizar la producción; ejercer una defensa común de sus intereses de cara a los seguros agrarios, ayudas de la PAC y venta de créditos de carbono para los mercados de emisiones; y actuar como un interlocutor único ante las administraciones.

En este sentido, una de sus primeras iniciativas será pedir a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía que incluya el cultivo del chopo entre los beneficiarios de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, ya que estos propietarios realizan inversiones forestales productivas y mantienen buenas prácticas especialmente beneficiosas para el clima y el medio ambiente, uno de los criterios para la concesión de estos incentivos.

Los trámites para la constitución de la agrupación, la primera de España en el sector del chopo, se iniciaron hace tan solo unos meses, por lo que sus promotores consideran un gran éxito el grado de implicación logrado de los propietarios de choperas, ya que las 1.270 hectáreas representan más de una cuarta parte del total de superficie dedicada a este cultivo en Andalucía. No obstante, la agrupación está abierta a nuevos socios. Dado que el cultivo del chopo ya se realiza en la práctica con unas condiciones respetuosas con el medio ambiente, para los selvicultores no es difícil cumplir los requisitos necesarios para sumarse al plan de gestión común.

Choperas contra la contaminación

Los promotores de la agrupación destacan, además, el impulso a la bioeconomía del chopo que supone la asociación, dado que 318 de esas hectáreas provienen de otros cultivos, como ajo, cereales, espárrago y maíz, o del barbecho, lo que indica que el cultivo de ‘Populus’ se está recuperando en la provincia, donde en las últimas dos décadas había perdido un 75% de superficie, al pasar de más de 12.000 hectáreas –Granada llegó a ser uno de los territorios líderes en España en este cultivo- a menos de 4.000.

En concreto, 116 de esas nuevas hectáreas de choperas se encuentran en la Vega de Granada, lo que resulta especialmente valioso teniendo en cuenta que Granada es la tercera ciudad de España con peor calidad del aire y las choperas tienen una notable capacidad de capturar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera y filtrar gases contaminantes procedentes del tráfico urbano. Además, estas explotaciones aportan otras ventajas medioambientales, ya que contribuyen a reducir la temperatura y refrescar el ambiente, filtran el agua contaminada por el uso de abonos en otros cultivos, previenen la erosión y atraen biodiversidad vegetal y animal.

Entre los 73 socios de la agrupación, casi el 60% son pequeños propietarios (entre 1 y 5 hectáreas) y en torno al 15% tienen más de 20 hectáreas. Asimismo, casi la mitad de la superficie se localiza en la Vega de Granada, un tercio en la zona norte de la provincia y el resto, en otras comarcas granadinas o provincias andaluzas (Jaén, Córdoba y Sevilla).

Una marca muy granadina

En la asamblea se presentó el logo y la marca de la agrupación y de la madera procedente de estas plantaciones, basados en el marjal, una medida de superficie tradicional en Granada que tiene su origen en el Reino Nazarí -es aproximadamente la medida del Patio de los Leones de la Alhambra- y aún se emplea en muchas transacciones comerciales de la provincia. Se corresponde con 100 estadales granadinos o 528,42 metros cuadrados.

Los colores del logo, rojizo para la marca de la madera y verde para la agrupación, son los de la bandera de Granada, mientras que el juego de las A normales e invertidas de esta palabra de etimología árabe simbolizan a la vez el árbol, de las raíces a la copa, y las casas de madera que se construirán con ellos, dado que uno de los principales objetivos del proyecto LIFE Madera para el Futuro es crear un ecosistema de empresas que use la madera de chopo para la construcción sostenible e industrializada.

La junta directiva presidida por Victoria Carreras está formada además por el vicepresidente, Juan Carlos Cano; el secretario, Alberto de la Torre, el tesorero, Manuel Benítez, y cinco vocales. El presidente honorífico será Javier de Teresa, presidente del Consejo Social de Granada, y la comisión asesora estará formada por técnicos del proyecto LIFE y del IFAPA .

Museo y centro tecnológico en la Azucarera

La sede de la agrupación estará provisionalmente ubicada en el IFAPA de Granada, pero la agrupación y el proyecto LIFE propondrán a la UGR su ubicación definitiva en la Azucarera de San Isidro, junto con un espacio museístico sobre el pasado, presente y futuro del chopo y otros productos naturales de la Vega y un centro tecnológico de la madera y la construcción industrializada. Esta propuesta da respuesta al objetivo de la Universidad a través de su Plan Estratégico UGR 2031 y a la Alianza por la Recuperación de Granada (Pacto de los Mártires), para  apoyar la creación de un Campus de Biodiversidad y Medio Ambiente de la UGR en la Azucarera de San Isidro, que a su vez es un espacio considerado estratégico para trabajar por una Granada verde con el reto de afrontar la transición ecológica.

LIFE Wood for Future/Madera para el Futuro, que ha obtenido financiación del Programa LIFE de la Unión Europea [LIFE20 CCM/ES/001656] para el medio ambiente y la acción por el clima durante los próximos 4 años, está integrado por la Universidad de Granada, la Diputación Provincial de Granada, la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, la Universidad de Santiago de Compostela y la 'spinoff' 3edata. El programa LIFE celebra este mes su 30º aniversario. Durante estos años ha impulsado más de 5.500 proyectos para la mejora ambiental y acción climática en la Unión Europea.

 
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