La Asociación Katia Simone ayudará a mejorar la calidad de vida de distintas comunidades en África: "Todavía es un bebé, pero se convertirá en un gigante"
Katia Simone, fundadora junto a Fran Morales, de la empresa de cosmética natural africana, AOKlabs, monta esta fundación para ayudar a las poblaciones africanas donde se asientan las cooperativas de mujeres, unas 250, que elaboran algunos de los principios activos de los productos de su firma
La Asociación Katia Simone ayudará a mejorar la calidad de vida de distintas comunidades en África: "Todavía es un bebé, pero se convertirá en un gigante"
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Sevilla
Los objetivos de la entidad, que acaba de nacer, serán ofrecer soluciones sostenibles, prácticas y duraderas, que generen un verdadero impacto real a sus habitantes y en su futuro. Las áreas de trabajo en las que centrará su actividad serán educación, sanidad, seguridad alimentaria y acceso a agua potable.
Desde que Katia Simone comenzó a hacer realidad el sueño que tuvo al ser madre por primera vez, tras descubrir lo que la manteca de karité podía ofrecer a la piel de su bebé y a la de tantas otras personas, entendió que parte de su misión y la de su empresa (AOKlabs) en la sociedad era ayudar a los demás. Ahora, con el nacimiento de la Asociación Katia Simone, que centrará su actividad en la mejora de la calidad de vida de distintas poblaciones en África, lo ha reafirmado por completo: "Algo que tenía muchas ganas de que sucediera", nos ha dicho Katia Simone en Hoy por Hoy Sevilla.
La asociación era un proyecto que tanto Katia Simone, como Fran Morales, fundadores de AOKlabs, el laboratorio de cosmética natura africana que desde Dos Hermanas (Sevilla) está revolucionado el mercado, empezaron a forjar, sobre todo, a raíz de su último viaje a Ghana (África). En este país se asientan las dos cooperativas de mujeres (Nakunga y Kanvili), que elaboran algunos de los principios activos de los productos de su firma (Karité, Baobab y Moringa). En estos momentos, 250 mujeres trabajan, frente a las 68 que eran hace solo unos años: "Ante estos productos africanos que ayudan tanto a las pieles, nosotros teníamos que devolver gratitud a estas personas que trabajan con nosotros".
Para llevar a cabo cada uno de sus proyectos, la Fundación Katia Simone quiere contar con el apoyo de la amplia comunidad con la que AOKlabs ya cuenta, pero también con el apoyo de cualquier ciudadano que desee ayudar a construir un mundo mejor.
Ese viaje fue una experiencia vital para ambos que les hizo ver con claridad su fuerte compromiso con esas mujeres y sus familias.
Los fundadores de la entidad detectaron que los habitantes de Nakunga (la población está rodeada por una reserva natural y libre de contaminantes de 60.000 kilómetros donde crece el Karité) carecían de agua potable y que sus habitantes debían recorrer 30 kilómetros como mínimo para buscarla. Tener agua en sus hogares mejoraría no solo la calidad de vida de toda la comunidad, sino que, además, permitiría a la cooperativa poder llegar a desarrollar el proceso de transformación de las nueces del Karité por completo.
Del mismo modo, comprobaron que debían trabajar con la población al completo para concienciarla sobre la importancia de mantener limpias y libres de basura sus calles y espacios comunes; que había que ayudarla a diseñar y construir su propio sistema de recogida y tratamiento de residuos; que debían buscar los medios para que tuviera acceso a visitas médicas con periodicidad; o que era imprescindible facilitar material escolar y ropa a sus niños y jóvenes. Lo más importante ahora para Katia "es el agua potable, yo veo a los niños allí sin agua y veo a los míos... y creo que es lo más urgente".
Mientras, en Kanvili conocieron de cerca las instalaciones del colegio Kanvili Star Academy, en el que estudian casi 200 niños de diferentes edades, repartidos en tres aulas y dirigidas solo por tres profesores. El centro escolar necesita aulas nuevas; reformar y mantener las instalaciones ya existentes; una biblioteca; mobiliario para profesorado y alumno; uniformes y material escolar básico para los estudiantes (cuadernos, lápices, bolígrafos…); equipos informáticos; material deportivo…
Todos estos son proyectos que la Asociación Katia Simone pretende llevar a cabo poco a poco. Con su labor, para la que cuenta con una red inicial de colaboradores (voluntarios y donantes) que comparten los mismos principios que sus fundadores, pretende identificar y abordar las necesidades prioritarias de diferentes comunidades africanas en áreas tan importantes como educación, sanidad, seguridad alimentaria o acceso a agua potable.