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A Copa Llena

Innobleza y realeza

En esta ocasión, no son términos contradictorios. Todo lo contrario. Son totalmente complementarios. Dos felices acontecimientos en torno al vino se han celebrado recientemente en Jerez y Sanlúcar

Un momento de la cata en la Viña la Zarzuela / PACO BARROSO

Jerez de la Frontera

Para empezar les diré que lo de la realeza viene al caso porque uno de los dos acontecimientos se celebró en La Zarzuela, la otra Zarzuela, la de la viña, la del Pago de Añina (en La Zarzuela la realeza se supone como el valor del soldado). La innobleza pues está claro que vienen del exitoso Innoble 2023, celebrado recientemente en Sanlúcar de Barrameda.

El anfitrión, José Manuel Bustillo, en su terreno.  Al fondo, María Barbadillo...

El anfitrión, José Manuel Bustillo, en su terreno. Al fondo, María Barbadillo... / PACO BARROSO

Innoble nació con la idea de llenar el hueco que dejaba Vinoble, que se celebra cada dos años y ha conseguido, tras un muy canalla y muy bien elegido nombre, atraer a jóvenes, frikies, trendies, cools... y al mismo tiempo reunir a lo más pijo, premium, y sagrado del panorama enológico nacional, y también internacional porque esta convocatoria está empezando a traspasar fronteras. Desde luego y sin lugar a dudas el vino es el diplomático por antonomasia. En estos tiempos de elecciones varias y continuadas, podríamos decir –un poco frívolamente- que la copa es más demócrata que la urna. El vino consiguió aunar, al menos durante un día y en Sanlúcar de Barrameda, los vinos más tradicionales, nobles y llenos de rancio abolengo, con los más naturales, ancestrales, amarillos, naranjas y de muy diferentes colores... Colores que dependen de los tatuajes de sus elaboradores y de los sumilleres que enloquecen con ellos (si se me permite la broma).

El equipo de Viña Corrales, en Innoble

El equipo de Viña Corrales, en Innoble / PACO BARROSO

Un éxito rotundo esta innobleza enológica inventada por Armando Guerra, número uno en bautizar grandes proyectos enológicos como este salón de vinos “especiales” con nombres de connotaciones negativas como Innoble.y a su club de vinos inconformistas le llamó Contubernio.

José Luis Gil Passolas (El Ajedrez), Paz Ivison y Fermín HIdalgo (La Gitana)

José Luis Gil Passolas (El Ajedrez), Paz Ivison y Fermín HIdalgo (La Gitana) / Cadena SER

Camino de Sanlúcar se pasa por Jerez y por Las Tablas, por el Pago de Añina. Allí está esta otra Zarzuela, una recoleta viña que consiguió reunir, tras este nombre de connotaciones monárquicas y reales- en este caso no buscado porque así se llamó siempre según el catastro- a una buena veintena de enólogos, vinos modernos, tradicionales, de diseño, de autor… pero con la condición imprescindible de ser amigos. En esta albariza y en ecológico, se recuperan uvas prácticamente desaparecidas de la zona como la llamada palomino jerez, que no es la uva palomino fino actual, ni la listán. No es un clon, no, porque los clones siempre suenan a ovejas Dolly y a niños de Brasil y a Väzquez Figueroa. Es ella, la palomino de Jerez, la original, la auténtica.. En La Zarzuela crecen otras variedades de uva, algunas de ellas sumamente interesantes, por ejemplo la XX llamada así porque no tiene nombre, no está clasificada oficialmente. Es una historia muy larga e interesante que les contaré en otra ocasión. Hoy me remito a la conexión Zarzuela / Innoble. La noche anterior a la celebración de Innoble, en Sanlúcar, en esta noble Zarzuela se reunieron un pequeño grupo de amigos, enólogos, vignerons, distribuidores... (incluso alguna veterana periodista en peligro de extinción) para conocer los vinos que llegaron bajo los brazos de sus elaboradores desde procedencias muy diferentes como Baja California. México. El Bierzo, Priorato, Penedés y provincia de Cádiz y Marco de Jerez, por supuesto... Una noche única -y espero de todo corazón que sea muy repetible-donde se probaron grandes primicias. No quería mencionar nombres de personas, ni de marcas de vino, para hacer aún más exclusiva esa noche única de emociones y experiencias, pero mi condición de periodista no me lo permite. Por ejemplo, blanco Pistolas de L’ Enclos 2022. Que no cunda el pánico que en Madrid a las barras de pan las llaman pistolas. Este nombre “asesino” se refiere a una poda de la viña tradicional del Penedés. Como en Jerez se llama la poda vara y pulgar (también hay un vino que se llama así) pues en Penedés hay una poda que se llama pistola. L’Enclos de Peralba 22 es un pequeño proyecto de Roc Gramona y su primo Leo, última generación de los grandes Gramona (tu nombre me sabe a espumoso de gran calidad pero ahora no podemos llamarlo cava... Mejor llamarle por su apellido: Gramona, así está todo dicho). Otro vino blanco tranquilo, sereno y exclusivo llamado de momento Vino de Yerba 22 –porretas abstenerse- No está aún en el mercado y es obra maestra y propia del anfitrión de La Zarzuela, José Manuel Bustillo, con auténtica uva palomino de Jerez, mezclada con la tinta XX que es un misterio de color rojo, es uva tinta, aún sin nombre oficial pero con un presente brillante... Aurelio García, el enólogo de Valquejigoso, excelente bodega de la D.O. Madrid, llegó abrazado a un vino con + Altitud. Su proyecto personal en las alturas de la Sierra de Gredos elaborado con la alegre tinta garnacha de más de mil metros, fresca y descarada. La palomino también en su versión premium, y veterana, del clon 84 y excelentemente tratada, se hizo vino. Es el caso del Meridiano Perdido 2021 de Joaquín Gómez Beser, de viñedos justo a dos pasos de Viña Zarzuela. Presentación en sociedad, casi de estreno, Sotovelo, el blanco de palomino también de Balbaina Alta, de alta gama de palomino (valga la redundancia) elaborado por Raúl Moreno, enólogo llegado de lejanos mundos para el nuevo bodeguero Thomas de Wangen, casi recién llegado del lejano oriente, en este caso. No podía faltar los vinos de Flequi Berruti, que además, tienen que ver mucho con Viña La Zarzuela pues las uvas palomino fino, mantúa, cañocazo y perruno proceden de la misma. Le Fleq 22, un homenaje a todas las uvas tradicionales con las que se elaboraba el jerez, pero esta vez de manera “egoísta”; es decir, tranquilo, no generoso, sin velo alguno.

Flequi Berruti y Santiago Carrillo (El Corral dela Moreria) en Innoble.

Flequi Berruti y Santiago Carrillo (El Corral dela Moreria) en Innoble. / PACO BARROSO

Otra gran primicia La Tercera Viña que llegó desde El Garraf, muy cerca de Barcelona, procedentes de viñedos de uva xarel-lo que miran al Mediterráneo nacidos en tierras también blancas como la albariza. Proyecto personal de Nacho Vicente y María Girón, pareja catalana jerezana y residentes en el Penedés. También desde el Priorato llegaron dos representantes de la gran enología, Sara Pérez Jr y René Barbier... De tierras leonesas, desde El Bierzo, Verónica Ortega, enóloga gaditana, nos hizo llegar un espumoso método ancestral elaborado con uva palomino de casi 100 años de edad, Gloc 20. También palomino de El Bierzo en compañía de otras - mencía y doña branca- llamado Toxo, elaborado por otra joven Olga Verde... Todos juntos, compartiendo alegría, vino, viandas, amistad y flamenco en una noche mágica víspera de un gran día innoble y sanluqueño.