La policía local de Málaga intenta disuadir, sin éxito, las sillas de plástico de la Semana Santa

Málaga

La Policía Local de Málaga tiene orden de disuadir a quienes acuden con sillas de plástico (algunas de playa) a varias calles del Centro Histórico de la ciudad para esperar el paso de las procesiones -en este caso- del Jueves Santo. La ordenanza municipal del Ayuntamiento de Málaga prohibe colocar ese tipo de mobiliario casero para ocupar parte de la acera pública. El control de los agentes se ha reforzado en los puntos donde suele ser más habitual la colocación de estas sillas ilegales donde sus ocupantes pasan horas esperando hasta que lleguen los tronos. La espera es más llevadera sentado. En concreto, se ha visto a policías motorizados en las calles Carretería, Especerías y Cisneros.

Tal como relantan a la SER varios de los ciudadanos "los policías nos dicen que tienen orden de retirar las sillas. Vienen, nos obligan a quitarles y luego las volvemos a colocar" por lo que el trabajo de los agentes, al final, tiene poco éxito. El enorme interés de muchas personas por asistir a las procesiones provoca que haya una multitud con las sillas portátiles a cuestas para colocarlas en primera fila y así asegurarse una buena vista de los sagrados titulares, justo debajo de cada trono.

La polémica no es nueva. Cada año se vuelve a repetir la misma situación. Ciudadanos de diferentes barriadas que han colocado el mobiliario casero de plástico en la acera y que tienen que recoger cuando llegan los agentes municipales tal como se puede ver en el vídeo de la parte superior de esta información. Una vez que los policías se marchan de esos puntos, los mismos usuarios vuelven a desplegar las mismas sillas otra vez para sentarse en ellas y esperar la llegada de las procesiones. La situación comienza normalmente sobre las dos o tres de la tarde y se prolonga durante toda la tarde/noche.

Son numerosas las quejas de quienes lleguen después para ver el paso de los tronos y se encuentran que las primeras filas ya están ocupadas por estos ciudadanos que se han desplazado al centro de Málaga con sus sillas a cuesta.