Con la salud...no se juega
La firma de Raúl Ramírez Dorantes en Hoy por Hoy Jerez
Todos tenemos claro que la sanidad es uno de los servicios públicos fundamentales y pilar básico de lo que denominamos estado del bienestar. Siendo la sanidad pública esencial en nuestras vidas y sostén de nuestra seguridad como sociedad, vemos como en los últimos años y con múltiples excusas somos testigos de un paulatino deterioro de nuestra sanidad pública andaluza.
La maldita pandemia puso a prueba las costuras de la sanidad en el estado y cómo no y de qué manera en Andalucía. Lejos de recuperarnos, la atención primaria soporta retrasos de atención de un par de semanas en cualquier centro de salud, la atención hospitalaria colapsada en los servicios de urgencias y las listas de espera para un especialista o intervención de las más abultadas y prolongadas en comparación con otros servicios de salud de cualquier CCAA del Estado.
Y aquí en Jerez, pues no somos menos. Ahora se le suma que gracias a una lamentable gestión del SAS con la cancelación de los conciertos con la sanidad privada, a la cual se le ha alimentado en los últimos años de manera generosa y quizás quien sabe fraudulenta, hace que servicios tan imprescindibles como los de radiología a día de hoy se vean colapsados. Es lo que tiene derivar a la sanidad privada durante años dejando de invertir en infraestructuras permanentes en los hospitales públicos.
Y es que cuando por ejemplo padeces cáncer y te tienen que hacer un TAC cada cuatro o seis meses para ver cómo estás por dentro, pues miren señores del SAS de la Junta de Andalucía, ese tiempo de retraso, aparte de ser un calvario psicológico, puede ser fundamental para detectar el progreso de enfermedades que te matan.
Así que en el palacio de San Telmo seguirá nuestro moderado presidente Moreno Bonilla tranquilamente, vendiéndonos los miles de contratos en personal sanitario, contratos de un mes, (faltan 23.000 profesionales para igualar la media europea, según SATSE), o los millones de inversión, mientras se cierran UCIs como la del Hospital Muñoz Cariñanos en Sevilla o colapsa el servicio de radiología de Jerez. Y es que parece que a nuestro presidente sí que le gusta jugar con la salud, eso sí, la de otros andaluces.
