Aragón podría estar en el inicio de la octava ola de la COVID. "Seguramente sí", dice el epidemiólogo aragonés, Nacho de Blas, que se basa su previsión tanto en el aumento de positivos de grupos de riesgo contabilizados, 2500 en la última semana, como por el incremento de pacientes que han acabado ingresados en el hospital.

Aunque ahora la duda está, dice De Blas, en saber hasta dónde llegará este nuevo pico de contagios, porque un año más y pese al aumento de las temperaturas, el número de positivos sigue al alza. Un año más "estamos viendo que verano tras verano tenemos un brote inesperado por la forma de comportarse de los coronavirus y que precede al que sí que es esperable que es el del otoño".

Aumenta la preocupación por las reinfecciones

Los datos demuestran que este nuevo aumento de contagios no está teniendo, al menos de momento, impacto en los hospitales. La mayoría de los nuevos positivos tiene unos síntomas leves, lo que está provocando que los ciudadanos tengan una menor percepción del riesgo, aunque el epidemiólogo, Nacho de Blas, asegura que hay estudios que ya alertan del aumento de las reinfecciones en cortos espacios de tiempo, y "se está viendo que en cada reinfección, cuanto más cercana está una de otra, se van acumulando efectos, con problemas más graves con lesiones de las que no acabas de recuperarte".

La cuarta dosis

Sobre la cuarta dosis de la vacuna, que ya se está administrando a los colectivos vulnerables, De Blas asegura que en otoño deberá inocularse de forma general, como si se tratara de la vacuna de la gripe para aumentar la protección. En esa dosis, la de otoño, ya debería incluirse la defensa ante las nuevas variantes.