AMBAR firma un acuerdo para reforestar la Serrete de Ainsa

Ainsa contará con el primer sumidero de carbono del Pirineo. Un proyecto, de la mano de Ambar, va a permitir reforestar una zona junto al casco urbano con más de 2 mil encinas y absorber 300 toneladas de CO2.

Se trata de un proyecto pionero en el paraje de La Serrete, en la zona alta de Ainsa y con el que la empresa cervecera consigue recuperar parte de su huella de carbono, también con el apoyo también de la fundación para la conservación del quebrantahuesos. El consistorio cede durante 40 años una parcela donde la mano del hombre acabó con un encinar hace siglos en una zona entre los ríos Cinca y Ara. La empresa Re tree es la que se hará cargo del proyecto, con mediciones técnicas que también permitirán recuperar 33 millones de litros d agua para estos suelos, muy degradados, segun ha explicado el consejero delegado Pedro Pérez de Ayala, controlándolo todo con tecnología.

Esta iniciativa público privada se enmarca en el proyecto Ebrovida de Ambar. A finales de otoño plantarán estos árboles, que compondrán un el que será "Bosque Ambar La serreta José Antonio Murillo", en referencia al paraje y a un empleado municipal que tuvo mucho empeño por sacar adelante esta idea. El alcalde es Enrique Pueyo. La fundación para la conservación del Quebrantahuesos difundirá esta reforestacion con los escolares que se acerquen a su ecomuseo. Ambar registrará el sumidero en el Ministerio de transición ecológica de manera voluntaria.

Apuesta por la sostenibilidad

Grupo Agora al que pertenece cervezas Ambar, integra en su actividad empresarial los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) e impulsa acciones para reducir la huella de carbono, la economía circular y la mejora en el uso de recursos en sus instalaciones fabriles, así como la mayor implantación del retorno de envases que en el caso de la hostelería se eleva al 85%. Recientemente se sustituyeron las tradicionales anillas de plástico que agrupan las latas por cartón 100 % biodegradable que supondrá una reducción del uso de 5 millones de anillas. Esta cifra equivale a más de 15 toneladas de plástico anuales.