Macrino Fernández Riera: "A Rosario de Acuña, como mujer de su época, le habría esperado el confinamiento doméstico"

Gijón

Algunas de las cosas que hizo Rosario de Acuña "se dan como más normales", por ejemplo, que fuera escritora o poeta, pero otros aspectos de su vida siguen siendo, a día de hoy, "más sorprendentes", como que fuera "una pionera del montañismo en España" o que con casi 70 años, "recorriera a pie el trayecto que separa Gijón de los Oscos". Así lo ha contado en SER Gijón el experto asturiano en su obra Macrino Fernández Riera que este jueves estará en el Centro de Cultura Antiguo Instituto (CCAI) participando en la primera mesa redonda que se celebrará sobre la autora en este 2023 en que se cumple el centenario de su muerte.

Junto a él, participarán también Marta Fernández Morales, autora del libro: Rosario de Acuña, literatura y transgresión en el "fin de siècle" y, como moderadora Dulce Gallego, miembro del Fórum de Política Feminista de Asturias que organiza la mesa redonda y que la semana inauguraba la primera gran muestra que recuerda su figura en Gijón.

Fernández Riera repasó en Hoy por Hoy Gijón la vida fuera de lo común que llevó la pensadora, nacida en 1850 en Madrid y aquejada en los primeros años de su vida y juventud de una enfermedad ocular que le causó "periodos de ceguera". Fue precisamente esta circunstancia la que llevó a su familia a formar a la niña en su casa, "fue autodidacta", y aprovechar para que viajara. "Estuvo una temporada en Italia, varias veces en Francia y, ya de mayor, de manera obligada, dos años en Portugal", ha relatado.

Fue en uno de esos viajes "por salud, para tomar baños" en los que Rosario de Acuña conoció Gijón. "Después volvería a Asturias, que recorrió a caballo entera" y de la que diría la famosa frase "Asturias me la sé", y ya de mayor regresó para quedarse en Gijón, donde "buscaba la cercanía del mar y tenía amistades". En Gijón encontró un terreno y edificó su casa en el Cervigón, donde moriría un 5 de mayo hace ahora 100 años.

El destino que le hubiera deparado la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX a Rosario de Acuña, de no haber tomado las decisiones y caminos que emprendió, habría sido el del "confinamiento doméstico", según Macrino Fernández Riera. "Hubiera sido como otras mujeres de esa época, como Concepción Arenal que se tenía que disfrazar de hombre para ir a la facultad, como Emilia Pardo Bazán que se tuvo que pelear con media España para llevar la vida que quería o, como el resto de mujeres, que estaba confinadas en casa. Primero les costó mucho que las dejaran estudiar en los institutos y después les constó bastante estudiar en la facultad". Precisamente la educación para las mujeres fue una de las grandes reivindicaciones de este referente del feminismo. Una premisa imprescindible para alcanzar la igualdad y "liberarse de todo aquello que las tenía confinadas en casa".

El acto 'Conversaciones sobre Rosario Acuña' tendrá lugar el jueves 19 de enero, a las 19h en la sala de conferencias del Centro de Cultura Antiguo Instituto.