El PSOE asegura que la política de sanidad animal de Castilla y León pone en riesgo a la cabaña asturiana
Los socialistas temen que flexibilizar el control de la tuberculosis bovina extienda una enfermedad erradicada en el Principado
Oviedo
Como si de una versión castiza del célebre efecto Mariposa se tratara, las políticas de Vox en Castilla y León, ya tienen repercusión en Asturias. El pasado lunes, un grupo de ganaderos exaltados trataba de tomar al asalto la sede de la Junta de Castilla y León en Salamanca, muy alterados porque un recurso ministerial obligaba a dar marcha atrás en la flexibilización de las medidas para el control de la tuberculosis bovina, una relajación impulsada por la Consejería de Agricultura que en nombre de Vox, comanda Gerardo Dueñas. El asunto no es ajeno en absoluto a Asturias, una comunidad que ha invertido dinero y mucho esfuerzo en liberarse una enfermedad muy contagiosa, y que se consideró erradicada en 2021 tras cuatro años con una prevalencia ínfima, por debajo del 0,1%.
Ese estatus sanitario es una sello de prestigio para la carne de Asturias y un valor comercial en sí mismo que la decisión del Gobierno castellanoyleonés está poniendo en riesgo, decía esta jueves el diputado del PSOE en la Junta General del Principado, Marcelino Marcos Líndez, para quien el intento fallido de la consejería de la comunidad vecina es una auténtica irresponsabilidad.
El Gobierno de Castilla y León ha tenido que recular, pero las dudas y la sospecha sobre los productos cárnicos españoles está sembrada, y en el PSOE asturiano creen que cabe exigir responsabilidades y explicaciones. Y no piensan en Vox, aunque ese sea el partido que controla la Consejería de Ganadería en Valladolid. Piensan en el PP que es la fuerza mayoritaria en ese gobierno, y el partido del presidente Alfonso Fernández Mañueco. "¿Qué tiene que decir el PP asturiano de que se ponga en riesgo la actividad de los ganaderos asturianos?, se pregunta Marcos Líndes.