Gijón cierra la tormenta más virulenta de los últimos años con más de 30 incidencias

Gijón

El servicio de Bomberos de Gijón no dio abasto la pasada madrugada para atender las incidencias relacionadas con el intenso episodio de tormentas. Gijón fue el concejo más afectado por los fuertes aguaceros entre inundaciones, caída de árboles, daños en edificios públicos y algún que otro vehículo destrozado. De forma preventiva, el Consistorio prohibía el baño en el extremo oriental de la playa de San Lorenzo, el más próximo a la desembocadura del río Piles.

Este lunes la ciudad amanecía aún aturdida por los efectos del mayor episodio de tormentas que se recuerda en los últimos años. Fueron seis intensas horas, de dos y media a siete y media de la mañana, en las que los bomberos contabilizaron una treintena de intervenciones por todo el concejo. La peor parte se la llevó el Centro Municipal Integrado de Pumarín Gijón Sur donde han caído plaquetas del techo y parte de la estructura de la fachada se ha visto dañada. Varias estancias del edificio están cerradas, instalaciones deportivas, biblioteca o salada de estudios, a la espera de las reparaciones y la atención ciudadana se ha limitado a la cita previa y a los servicios sociales. Fue "una noche dura", ha reconocido el jefe del servicio de Prevención y Extinción de Incendios Pablo Ferrío.

La tormenta anegó varias calles, locales y tumbó árboles como el que se encuentra a la entrada del colegio del polígono. Allí, al igual que en toda la zona urbana se sintieron también los efectos de la tormenta que vino acompañada de truenos y relámpagos. Lo ha contado en SER Gijón el presidente de la asociación de vecinos Evaristo San Miguel del Polígono de Pumarín y presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona urbana Manuel Cañete.

Las 26 parroquias que integran la zona rural de Gijón también se vieron afectadas, aunque la limpieza de los ríos contribuyó, según el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales Les Caseríes Miguel Llano a minimizar los efectos de la tormenta.