La espantada de Branko Zebec
Manfredoteca (22/102025)
Gijón
La historia de Zebec nos lleva a la temporada 1973-1974. El entrenador del Sporting era el madrileño Mariano Moreno que había llegado a Gijón un año antes, en el verano de 1972 en Primera División y el final de Liga fue casi dramático: el Sporting acabó 14º de 18 equipos, con 28 puntos, solo uno de ventaja sobre el descenso que marcaron Betis, Deportivo de La Coruña y Burgos.
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En la última jornada el Sporting debía ganar al Oviedo en El Molinón para no bajar. El equipo gijonés ganó 1-0 con gol de Quini. Las malas lenguas dicen que durante la semana previa hubo alguna reunión entre futbolistas rojiblancos y azules.
En la temporada siguiente, 1973-1974, Mariano Moreno solo aguantó en el banquillo las primeras seis jornadas con una balance terrible. Una victoria y cinco derrotas dejando al equipo colista aunque el Sporting se acabó salvando con dos entrenadores más: Jesús Barrio -que estuvo 14 partidos- y finalmente el vasco Pasieguito cogió el equipo para las últimas 14 jornadas. Había 18 equipos en Primera División.
El presidente Ángel Viejo Feliú quería un entrenador de prestigio y con fama de duro para poner en vereda a los Castro, Doria, José Manuel, Tati Valdés, Ciriaco, Quini, Megido, Churruca y compañía. Así que apuntó alto: se puso en contacto con Branislav Zebec, conocido como Branko Zebec, un entrenador croata que como futbolista había sido internacional con la antigua Yugoslavia y era todo un ídolo en su país.
Había destacado como defensa, ganando todos los títulos posibles en Yugoslavia y terminando su carrera en el Inter de Milán. Después, los éxitos de Zebec siguieron como entrenador. Con el Dinamo de Zagreb había ganado la Copa de Ferias, posteriormente Copa de la UEFA, y después dirigió al Bayern de Munich al que hizo campeón de Liga y Copa en Alemania.
Luego entrenó al Stuttgart y cuando le llamó el Sporting venía de ganar la Copa de Yugoslavia con el Hadjuk Split. El técnico viajó a Gijón, vio los campos donde entrenaba el Sporting y escapó.
El Sporting entrenaba principalmente El Molinón y en Los Fresnos, que era donde jugaba sus partidos el filial -Deportivo Gijón-, pero otras veces tenía que andar rodando por la ciudad como en los campos de la Universidad o en La Fontanía, en La Guía…
La Fontanía era un patatal en invierno y Los Depósitos estaba en cuesta por un lateral. Horrible. La realidad fue que Branko Zebec vio ese panorama y escapó.
De todo ello hablaron en la 'Manfredoteca' con Iñaki Churruca.