"Se nos ha muerto un niño, no podemos más": los socorristas de Canarias denuncian sus precarias condiciones laborales

Canarias

46 personas han perdido la vida, a fecha 30 de septiembre, en las costas canarias o en piscinas por accidentes acuáticos. Supone un aumento del 20% con respecto al año pasado, según datos que maneja la Plataforma 1500 kilómetros de Costa. De ellos, 2 eran menores de edad.

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135 personas sufrieron accidentes, 25 de ellas eran niños. 32 de los 135 accidentes se saldaron con heridos moderados, 16 graves, 7 con heridas de carácter leve y 7 críticos. La media mensual en las islas arroja datos sorprendentes. 5 personas mueren ahogadas cada mes en el archipiélago. De ellos, y según las últimas cifras, el 74% son hombres y el 26% mujeres, incrementándose este último dato en este 2022.

El portavoz de la Plataforma, Chano Quintana, afirma que se ha producido, además, una reducción en la edad media de los accidentados. Ahora mismo está en el tramo de edad de los 65 a los 75 años. El 35% era adulto menor de 60 años.

Un dato que hay que destacar por la imprudencia que muchas veces caracteriza a los bañistas es el de que, de cada 10 fallecidos, 8 se habían metido en mala mar. Con bandera roja, o sin señalización. Además de estos despistes, de la confianza que la ciudadanía coge al océano o a las propias piscinas por ser aparentemente "inofensivos", provoca estos trágicos accidentes.

"Vivimos en una situación precaria. No nos llega para vivir, y la carga mental por falta de personal nos hace plantearnos abandonar el oficio" David Molina, secretario de CGT Canarias en la sección de Socorrismo

Otra posible causa, podría ser la falta de socorristas en las playas y piscinas de Canarias, y sus condiciones laborales. A Chano Quintana le gusta llamarles "guardavidas", por la importancia de la observación en su trabajo. "Todos los aspectos que se vigilen son esenciales a la hora de detectar una víctima potencial", suscribe.

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Pero no hay suficientes para abarcar a playas tan grandes como, por ejemplo, la de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria o las de Adeje, en Tenerife. Personas que tienen la responsabilidad tan grande de salvarnos en caso de apuro. Y que no pueden llegar a fin de mes.

Y es que Canarias debería contar con entre 1.000 y 1.500 socorristas más, según explica Quintana. "Tanto el archipiélago como Baleares cuentan con un decreto de seguridad en las costas. Dependiendo de la anchura de la playa, de la peligrosidad, etc., tienen que proporcionarse medios humanos y materiales necesarios para las características del lugar de baño". Eso no se produce. Según David Molina, secretario de la sección de Socorrismo de CGT Canarias, "no puede haber tan poco personal. Nuestra carga mental se ve deteriorada. En los últimos meses, se nos han muerto 2 personas, una de ellas era tan solo un niño. No damos para más. Y no puede ser que algunos de nuestros compañeros trabajen sobre un muro, o nos situemos en un puesto inestable que no garantiza ni la seguridad de los profesionales"

Por ello, los socorristas de Canarias, así como desde la Plataforma Canarias 1.500 km de Costa, se pide la necesaria concienciación a la población de las islas sobre el peligro que suponen ciertos despistes o meterse en lugares no señalizados. Además de ello, instan a las administraciones a "ponerse las pilas" mejorando las condiciones de los 'guardavidas'. Dice David Molina que "en mi caso, en Las Palmas de Gran Canaria, el ayuntamiento ha hecho caso omiso. Pero es que el resto del colectivo vive igual, con esa incertidumbre de si seguiremos así siempre. Algunos han abandonado". Algo que no quiere hacer Molina, ya que "es una vocación tan grande, la de socorrista, que sería una pena dejarlo por la falta de medidas por parte de las administraciones".

Cuidemos a nuestros bañistas, a nosotros mismos, con esa conciencia tan necesaria de que hay que tenerle respeto al agua... pero también cuidemos a nuestros socorristas. Son ellos los que evitan muchas muertes al año en Canarias por tragedias de este tipo.