La lucha de Quintana por ser oficialmente canario

Las Palmas de Gran Canaria

"Yo me siento canario porque tengo sangre canaria", afirma con rotundidad Juan Carlos Quintana Reyes, baracoense cuyas raíces genealógicas se extienden desde Cuba hasta Canarias. La cepa familiar le lleva, al menos, hasta sus bisabuelos, el matrimonio formado por María de las Angustias Correa García y Antonio Domingo Peraza Lazo; ella, procedente de Gran Canaria, y él, de Fuerteventura, quienes partieron desde el Archipiélago en 1908 con tres hijas: María de las Nieves, María del Carmen y María de los Dolores. Esta última con apenas un lustro de vida y abuela de Juan Carlos, quien lleva más de doce años reivindicando sus orígenes y la nacionalidad española que no pudo recibir directamente de ella porque, entonces, las mujeres casadas con extranjeros no transmitían la procedencia a sus descendientes, como sí sucedía con los hombres.

A finales del siglo XIX y principios del XX se estima que más de 50.000 canarios emigraron a Cuba en busca de un futuro mejor aprovechando la bonanza económica que trajo consigo a la isla caribeña la independencia de España y, más tarde, huyendo de los coletazos de la Primera Guerra Mundial que, aunque lejos del conflicto bélico, golpearon con dureza a nuestras Islas.

Tras denegarle la documentación el Gobierno de España en 2007, a Juan Carlos y a muchos otros descendientes de esos canarios la nueva Ley de Memoria Democrática les ha abierto una oportunidad, al ampliar hasta el tercer grado de consanguineidad este derecho de los bisnietos y nietos de españoles emigrados o exiliados. "Mi sueño siempre ha sido ser reconocido como tal y poder visitar la tierra de mis orígenes", expresó en Hoy por Hoy Las Palmas Quintana Reyes.

Un archivo de migrantes canarios hasta Cuba

Actualmente trabaja como técnico de sonido en Radio La voz del Toa y fue presidente de la Asociación de descendientes de canarios en Baracoa entre 1996 y 2009, entidad que ha llegado a aglutinar a cerca de doscientos socios tratando de mantener viva la vinculación cultural y etnográfica que históricamente han mantenido Canarias y Cuba. Además de archivar los nombres y fechas de nacimiento y fallecimiento de quienes migraron desde las Islas, organizan actividades, se reúnen para celebrar el Día de Canarias cada 30 de mayo e incluso han intentado crear un grupo folclórico canario en la denominada Ciudad Primada de Cuba, situada en la provincia de Guantánamo.

Si bien sus bisabuelos llegaron a través del Puerto de Santiago, rememora que "los que vinieron por diferentes puntos del país se adaptaron rápido al clima, por las buenas tierras, el agua y el carácter acogedor de los cubanos, que no tardaron en considerarles como hermanos". Quintana también ha creado una página de Facebook, Baracoa Photos con historias, donde, entre otros contenidos, comparte casi diariamente fotografías antiguas de esta localidad con las que trata de ayudar a localizar y poner en contacto a familiares de esos isleños que en el pasado cruzaron el Atlántico hasta el Caribe.

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"Todavía tengo esperanzas": Quintana quiere reencontrarse con sus familiares en Canarias

Él mismo alberga la esperanza de que en nuestro Archipiélago se encuentren todavía algunos de sus familiares lejanos, de alguna rama del árbol genealógico que desde la distancia ha tratado de reconstruir a partir de documentos y las fotografías que ha ido recopilando. Tal es su ahínco que, sin haber visitado nunca Las Palmas de Gran Canaria, Quintana Reyes es capaz de ubicar en su mapa mental lugares como la ermita de San Telmo, donde fue bautizada su abuela en enero de 1904. Por eso se muestra emocionado al revivir "lo que nos hablaba ella de los productos canarios que comía como el gofio o el plátano maduro con tomate" y cuenta que "en el frigorífico tengo una pegatina que conseguí en La Habana que pone Gran Canaria y mis hijos cada vez que la ven me preguntan por qué la tengo y les explico de dónde venimos".

Pero, sobre todo, Juan Carlos, "el canario", como le conocen en la emisora de radio donde trabaja, es optimista porque su solicitud de nacionalidad española está relativamente avanzada tras ir entregando los documentos que le han ido solicitando en el consulado de España. "Soy muy optimista y sueño con poder conocer algún día Canarias, de donde vino mi abuela, y que mis hijos también puedan hacerlo; la nacionalidad española es también una ventana para poder conocer otros lugares del mundo", confiesa. También está tramitando la nacionalidad de su hermana, con el pesar de que su otro hermano murió por Covid hace poco más de un año sin ver cumplido este objetivo que los tres anhelaban.