Aguas revueltas

Santa Cruz de Tenerife

Mientras una lágrima de emoción cayó en la arena viendo que se acerca la investidura de Pedro Sánchez, y la otra cayó a su lado cargada de ira e impotencia porque ganar las elecciones no significa gobernar, la tierra tinerfeña abre su boca muerta de sed por la crisis hídrica que sufre con estas alteraciones climáticas, que han alargado el verano por su inicio y también por la prórroga de su conclusión.

El tambor de sed, en este caso, suena en nuestra isla con fuerza redoblada y los técnicos señalan a las claras, que Tenerife sufre estrés hídrico, lo que en cristiano significa que los recursos destinados a la agricultura se encuentran en un momento crítico.

No se discuten las cositas que se hayan hecho bien en esta materia, pero se ha perdido un tiempo muy valioso en apostar por sistemas complementarios para la regeneración de aguas utilizables para el sector primario.

Y como en el juego de la oca de puente en puente me lleva la corriente, el periódico El Día sus páginas de hoy nos recuerda que en canarias existen 39 proyectos de obras hidráulicas de imposible desarrollo porque carecen de los permisos correspondientes y de los terrenos donde ubicarlos.

Tales proyectos no alcanzan siquiera la condición de papel mojado. Así que entre cachondeo y cachondeo, los cerebros de la cosa pública podrían entretenerse intentando dar solución a esta situación incomprensible.

Y acabamos en el agua salada, porque los servicios de emergencias este pasado fin de semana tuvieron que rescatar a diez mentecatos, que pese al aviso amarillo por fenómenos costeros, se pusieron en riscos a sacarse fotos y a desafiar los peligros de la mar.

A estos elementos que no se atienen a nada y que buscan su momento de gloria en internet, los deberían encuadrar en la web “imbéciles sin fronteras”.

Lunes, 6 de noviembre. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife.