"Yo no abandoné a mi madre, pero la administración sí": la dura verdad de las familias que dejan a sus mayores a vivir en un hospital
Una tinerfeña cuenta que no tiene medios para pagar una residencia privada y llevan dos años esperando por una plaza pública para la anciana, que no puede moverse
Santa Cruz de Tenerife
Las familias que tienen a alguna persona mayor ocupando una plaza en un hospital público pese a tener el alta, porque se encuentran a la espera de que les den una plaza en una residencia, se han cansado de seguir cargando con el sambenito de que las abandonan. Es el caso de la madre de María. Hace cinco meses la dejaron en el Hospital Universitario de Canarias. Llevaban dos años solicitando una plaza sociosanitaria. No han recibido respuesta. Y no tienen medios económicos para pagarse un centro privado.
María Mena: "La administración no cumple"
La madre de María Mena tiene concedida la ayuda a la dependencia, tras muchos años de espera, pero ni por esas. Y ahora han tenido que tomar una decisión dolorosa. Dejarla en el hospital, porque no pueden hacerse cargo de ella. Está atendida, pero no está en una habitación. Una situación denigrante. Una historia con la que quieren desmitificar que las familias abandonen a sus seres queridos en los hospitales porque simplemente "les da la gana". En este caso, es por necesidad, no tienen ni medios ni dinero para para pagar un centro y poder seguir trabajando.
"Ahora está en el HUC desde mayo. Allí le hicieron alguna prueba y nos dijeron que era un paso más. Cuando nos dijeron que nos daban el alta nos planteamos '¿qué hacemos?'", relata María. La conclusión a la que llegaron fue muy dura.
Una injusticia por desmitificar
Su madre ocupa desde mayo una cama en el HUC, pese a tener el alta. Y lo está haciendo porque desde 2021 lleva esperando por una plaza en una residencia. Dos años de espera y las cirsunstancias a la familia les han obligado a tomar la decisión más dolorosa. Las familias que, por decenas, se encuentran en estas circunstancias son acusadas de abandonar a sus seres queridos en los hospitales. Una injusticia que María ha tratado de desmitificar.
María Mena: "Me obligué a no llevármela
Y, además, ha precisado que, ni siquiera, está ocupando una cama como tal, porque se encuentra en una zona de tránsito, separada de otros pacientes por unas simples cortinas.
Es una situación angustiosa y frustrante. "Nosotros no hemos abandonado a mi madre. La administración es la que lo ha hecho", explica esta tinerfeña. "No es justo decir que la hemos abandonado; recibe visitas, la cuidamos y cuando vamos le hacemos cosas de higiene, le damos la comida, no es capaz de decir tengo sed". La familia ha tenido incluso que recibir apoyo psicológico.
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"Yo me acuesto por la noche pensado qué más puedo hacer, no está ocupando una cama, estrá en una zona de tránsito, están entre cortinas, no tiene armarios, ni mesa de noche, camas que fucionan de aquella manera", relata María. "Me he obligado a no llevármela para para casa pero está abandonad; lo que pasa es que no podemos cuidar de ella en casa, no tiene masa muscular, no ve el sol desde mayo".