Para aquellos que tengan memoria a corto plazo o crean que la calima que lleva invadiendo Canarias las últimas semanas es un fenómeno reciente, pueden consultar Proyecto Calima. Se trata del último trabajo de Eduardo Robayna, periodista y fotógrafo climático, que se ha dedicado a captar con su objetivo los diferentes episodios de polvo en suspensión que han asfixiado a las Islas en el último lustro. Con su cámara ha recorrido diferentes lugares de Gran Canaria, que fueron invadidos por el polvo sahariano. Las imágenes, ahora, las ha publicado en ese proyecto «con los cielos y estampas distópicas que nos ha dejado la calima». En su perfil de X ha compartido algunas de esas fotografías, que «abarcan desde febrero de 2020 a febrero de 2024». Este trabajo lo inició hace cuatro años cuando un fortísimo episodio de calima engulló a Canarias, dejando instantáneas nunca antes vitas. Fue la peor entrada de polvo sahariano de los últimos 40 años y obligó al cierre de aeropuertos, dejando al Archipiélago prácticamente incomunicado. Tal y como recuerda este fotógrafo en sus imágenes, captadas entre el 1 y el 3 de febrero en Maspalomas Golf y en la Reserva Natural de las Dunas, «los carnavales se vieron afectados, se cerró el tráfico aéreo y marítimo, se suspendieron clases y se empezaban a ver mascarillas en la población, y no precisamente por la COVID-19». Justo un año después, en 2021 y en el mismo mes, otro episodio de calima aterriza en Canarias y Robayna vuelve a sacar su objetivo. Lo hace, además, durante la tercera ola de la pandemia del coronavirus. Esta vez, también fotografía en Maspalomas, pero ahora desde «un hotel sin turistas y desde la Playa». En 2022, «la calima le sirvió de filtro para fotografiar el sol». Así se observa en una de las fotos más importantes recogidas en este trabajo, la que hizo a uno de los satélites del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) en octubre de ese año. También disparó su objetivo en enero, en pleno temporal marítimo, a la estatua del imponente Neptuno de Melenara (Telde), y en diciembre a varios turistas transitando por las Dunas de Maspalomas. Fue un mes, el último del año, que, tal y como recuerda este fotoperiodista, «se juntó la calima con lluvias y un fuerte viento». Fue en 2023 cuando más «ha fotografiado la calima». En cuatro instantáneas, obtenidas entre enero y marzo, Robayna captura la calima desde el paseo de Meloneras al atardecer, desde un mirador de Maspalomas, y también desde Arguineguín. Y la primera parte de Proyecto Calima termina en 2024, un año en el que Canarias ha tenido que activar hasta tres veces la prealerta por este polvo africano y la de riesgo de incendio en un mes de enero por primera vez en la Historia. Las imágenes de Robayna captadas en estos meses ejemplifican la intensidad de estos episodios desde «la costa este de la isla y las montañas» Para los que se hayan quedado con ganas de más, la idea de Robayna es completar Proyecto Calima con una segunda edición en la que incluirá las fotografías captadas en el mismo sitio donde hizo algunas de las recogidas en el primer volumen para «comparar un día con calima y un día sin calima».