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"Me tienen machacado": el viñetista Padylla reflexiona sobre el papel de la censura, la política y las redes sociales

Padylla es un humorista gráfico extraordinario que se ha ganado el cariño de todos los canarios gracias a su enorme talento. Cada día retrata como pocos las miserias y grandezas de esta tierra

Padylla en su estudio / Cedida

Canarias

Cuando los niños jugaban con sus bicicletas o balones, Padylla lo hacía con la imaginación, un bolígrafo y cientos de papeles. Quizá por eso la ternura está presente en cada uno de los personajes que retrata cada día en La Provincia y El Día. En la mirada de Padylla pervive mucho de aquel niño. El ejemplo más reciente de personaje tierno es el de Ángel Víctor Torres, sobreviviendo a todo tipo de calamidades, con sus tres pelitos y su barba de tres días, esperando el impacto de un meteorito sobre el que cuelgan Fernando Clavijo y Manolo Domínguez. "De esta catástrofe si que no me salvo", dice Torres, aterrorizado, mientras sostiene una maceta con cuatro flores mustias.

Y es que en la filosofía de Padylla todo el mundo merece el perdón. "Lo que trato es de mostrar la crítica política con cierto sarcasmo, pero sin ser excesivamente hiriente, ni machacar a la víctima, entre comillas", dice Padylla. "No se trata de hacer sangre, pero cuando eres político en Canarias sabes que te va a caer una viñeta de Padylla seguro", confirma.

La actualidad de Canarias se lo pone fácil. "Hay material, tenemos materia prima suficiente", ironiza sobre el clima político que se respira en Canarias, fuente inagotable de inspiración para los numerosos humoristas gráficos de las islas. Hombres y mujeres con un talento extraordinario que publican juntos en el magnifico catálogo 'Cariñetas & Caragotes", recientemente editado por la Asociación Canaria de Humoristas Gráficos y Caricaturistas.

El retratista de todos los presidentes de Canarias

Un par de segundos separan el drama del humor. Allí está esperando pacientemente Padylla, tres segundos después del drama. "Se puede hacer comedia con el drama, y sobre todo, cuando se critica a los más poderosos, que son los que provocan ese drama", explica el humorista. Por eso decía Freud que el humor es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo.

Padylla con su Ángel Víctor Torres

Padylla con su Ángel Víctor Torres / Cedida

Además de humor, en las viñetas de Padylla hay también un mensaje poderoso, un compromiso. "El humor gráfico no siempre es humor, a veces lo que busca es una reflexión. Despertar conciencias, solidaridad, es un instrumento muy útil para esto", entiende Padylla. Algunas viñetas de Padylla posteriores a una gran conmoción social reflejan ese compromiso, un gesto de afecto o de apoyo hacia las víctimas. Un ejemplo reciente es el del aparatoso incendio de un edificio en Valencia que segó la vida de muchas familias.

En el catálogo de carticaturas, viñetas, garabatos y monigotes del siglo XIX a la actualidad también aparece Padylla. Allí se cuenta que en medio de sus estudios de ingeniería, y animado por su mejor amigo, empieza a publicar los primeros trabajos de manera profesional en La Gaceta de Las Palmas. En la primera viñeta aparecía Soria como una fotocopia de Aznar, y tuvo un enorme impacto a nivel nacional. A partir de entonces, Padylla se ha convertido en el retratista oficial de los presidentes de Canarias, desde Hermoso hasta Clavijo, pasando por su muso Paulino Rivero.

La mayor censura hoy está en las redes sociales

Padylla asegura que no recibe instrucciones ni se considera víctima de ninguna censura a la hora de elaborar sus viñetas. Si alguna de ellas sienta mal, le trasladan comentarios sobre ella, pero nunca ha sentido por ello excesivas presiones del poder político o económico. "Tengo la suerte de trabajar en un periódico que me da libertad absoluta. En todo caso me hace llegar comentarios que hacen otros, sobre todo del entorno empresarial o político, pero no es lo normal", explica.

Sin embargo, la mayor censura la recibe en redes sociales. "En redes sociales me tienen machacado, así que ahora mismo la censura mayor viene de las redes sociales", explica. El nivel de odio y de insultos que reciben muchas personas como Padylla en redes sociales como X, refleja un clima social y político muy tenso. "Es tremendo, eso si, después cada uno se deja censurar o no, y yo no me dejo", añade. Su sentido del humor es una medicina contra el odio.

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No se prodiga mucho en las entrevistas porque es muy consciente de que su papel es otro. "Prefiero estar detrás del papel", explica, reconociendo al mismo tiempo que se lo pasa muy bien con su trabajo. "Gracias a la fauna que tenemos nos lo pasamos muy bien", ironiza. "Ángel Víctor ha sido uno de mis musos, lo fue también Paulino en su momento y ahora lo ha vuelto a ser Clavijo", reconoce. Son algunos de sus personajes más queridos de un catálogo enorme que constituye una visión mordaz, brillante y humana del día a día de la vida de los canarios a lo largo de las últimas décadas. Y aunque a él le basta con un buen bocadillo de chopped, bien merece un Premio Canarias de la Comunicación.

Javi Rodríguez

(La Palma, 1991) Periodista vinculado a la Cadena...