Begoña Santana: "Este año tenemos un equipo compensado y capaz de competirle a cualquiera"

Las Palmas de Gran Canaria

La directora técnica del Spar Gran Canaria hace balance de la primera temporada de la Liga F Endesa en la que el conjunto grancanario ha conseguido clasificarse para la disputa de la Copa de la Reina 11 años después, un trofeo que las amarillas han conquistado en dos ocasiones en su historia hasta la fecha, en las temporadas 98-99 y 99-00

¿Qué balance hace de una primera vuelta en la que el Spar Gran Canaria ha conseguido volver a clasificarse para la disputa de una Copa de la Reina 11 años después?

Estamos súper contentos. El club ha hecho una inversión económica muy fuerte para construir un equipo que nos permitiera no pasar los apuros del año pasado y al final hemos conseguido que de resultado, además de clasificarnos para volver a jugar una Copa de la Reina, un título que hemos conseguido ganarlo en dos ocasiones. En el club nos esperábamos este éxito porque hemos fichado jugadoras de mucha calidad y que se han integrado muy rápidamente a la vida en la Isla y han entendido desde el primer momento la necesidad del club de luchar en cada partido para lograr cuanto antes la permanencia una temporada más en la máxima categoría. Entre todos, jugadoras, cuerpo técnico y directiva, hemos armado un buen equipo.

¿Cómo se consigue cada año que las jugadoras que vienen al club sientan que se suman a una pequeña, pero a la vez gran familia?

Llevamos 40 años trabajando e intentando hacer las cosas bien, aunque también somos humanos y podemos cometer errores, pero siempre es una prioridad para nosotras tratar bien a las jugadoras, que no las falte nunca de nada y que se sientan bien en la Isla. El canario de por si es muy amigable. Estoy muy contenta con el grupo que hemos formado tanto con las jugadoras, como con el cuerpo técnico y con la directiva. Estamos orgullosos de las chicas y de su comportamiento tanto dentro como fuera de la pista.

Sara Castro volvía a la disciplina del equipo hace un mes aproximadamente, pero como toda jugadora joven deseaba jugar más minutos y solicitó al club poder fichar por el Zamora tras recibir una oferta interesante para ella. ¿Cómo se sucedieron los hechos el pasado día de Reyes?

Sara venía con mucha ilusión, pero se encontró con que en ocasiones las cosas no salen como una las piensa, se encontró con un equipo ya formado y no terminaba de encontrar su sitio. Nosotros por supuesto que queremos seguir contando con ella para la próxima temporada, pero ella vio la posibilidad de tener los minutos que necesitaba en otro club, habló conmigo y al final lo único que yo deseo es que ella sea feliz y lógicamente le facilitamos su incorporación al Zamora para lo que queda de esta temporada.

El 14 de enero se sortea los emparejamientos de la Copa de la Reina, ¿hay alguna preferencia entre el Valencia, Girona, Zaragoza o Perfumerías Avenida?

En principio lo que nos gustaría evitar es que nos tocase el Valencia Basket, los otros tres, siendo todos ellos grandísimos equipos parecen sobre el papel algo más asequibles, aunque también son muy fuertes. Al Perfumerías Avenida le ganamos, pero se han reforzado desde entonces y están mucho más en forma. Tenemos ilusión de poder competir y tener nuestras opciones de ganar ante cualquier equipo que nos pueda tocar en el sorteo.

Después de ganar ocho partidos en la primera vuelta, parece que la permanencia está muy cerca, pero todavía no está conseguida. En este sentido, ¿qué importancia le otorga al partido de este sábado en Lleida ante el Cadi La Seu?

Es importantísimo ganar el partido, porque ganarlo implicaría en tener más de un 85% de la salvación garantizada, que es y sigue siendo la principal meta de nuestro club. Estamos preparándonos para afrontar la segunda vuelta y para ello nos reforzamos con el fichaje de una nueva americana, Kayla Wells, que creo que nos va a poder ayudar bastante. Es cierto que llega hoy (por ayer) y tendrá pocos días para acoplarse bien, pero la meta sería esa, ganar a La Seu y estar un poquito más tranquilos todavía.

Kayla Wells lleva desde el verano sin haber podido competir por problemas familiares que la impidieron en su momento jugar esta temporada con el Joventut. ¿En cuánto tiempo consideran que estará en plena forma para dar su máximo rendimiento?

Desde mi experiencia profesional considero que ella como buena jugadora norteamericana sabe que no puede dejar de entrenar y lo ha estado haciendo durante estos meses en Estados Unidos. Esperamos que venga en forma y que su adaptación al equipo sea lo antes posible para ayudarnos a crecer como equipo.

Después de cortar la mala racha de cuatro derrotas ganando al Celta, ¿dónde considera que está el techo de este equipo esta temporada?

Este año tenemos un equipo compensado en todas las posiciones, que era algo que quizás nos faltó las últimas temporadas. Por eso nuestro primer objetivo es el de salvar la categoría, pero también nos marcamos el reto de intentar clasificarnos para jugar el año que viene competiciones europeas, porque creo que es importante tener nuevas ilusiones y pelear por retomar la ilusión de estar en la pelea por los títulos la próxima temporada. Este año tenemos un equipo capaz de competir y ganarle a cualquiera, aunque está claro que Valencia, Girona o Zaragoza, parecen de momento estar un paso por encima nuestro.

Después de conseguir un éxito como el de clasificarse para la Copa de la Reina, ¿cómo se hace para mantener el hambre de las jugadoras y que no se relajen?

Tenemos una capitana como es Agostina Burani que es increíble y todo el equipo en general considero que son todas muy serias, profesionales y muy responsables, no faltan nunca a entrenar, siempre llegan antes de su hora, se van bastante más tarde. Ellas son las que mantienen ese entusiasmo y esas ganas de esa unión y de ese trabajo diario. Por esa razón yo estoy tranquila, porque se que todas ellas son muy buenas profesionales y que van a estar luchando cada día por conseguir todos los objetivos del club.

Mama Sidiki y Lala Touré llegaban la semana pasada a la Isla procedentes de Mali, ¿cómo se encuentran después de demorarse tanto su retorno esta temporada?

Este año nos hemos encontrado con muchos problemas burocráticos derivados del problema de la inmigración en las Islas. Acaban de llegar y tienen que ponerse en forma. Tenemos casi un mes para prepararlas con el júnior y el segundo equipo para que cojan la forma adecuada e iremos viendo si están o no preparadas para jugar con el primer equipo esta temporada.

En ese equipo júnior que viene empujando fuerte desde abajo y del que siempre salen nuevos valores, ¿qué jugadoras ve con opciones de dar guerra en el primer equipo a medio o largo plazo?

Muchísimas. Te puedo hablar de Trinity, de Ainara, Maite, Lala y Mama, Fatou y muchísimas más. Estoy muy contenta con la cadena de equipos que tenemos y cualquiera puede llegar siempre que entrene, porque aquí no hay varita mágica, tienes que entrenarse y acoplarse a una disciplina. Creo que podemos tener a ocho jugadoras del filial en el primer equipo para las próximas temporadas en la máxima categoría.

Si hay un nombre que sobresale en la cantera del equipo es el de Trinity Ezeanatogu, que está siendo una de las líderes tanto de la selección canaria como la española en sus categorías de formación, ¿qué le falta para dar el salto al primer equipo?

Es una jugadora de nuestra cantera, que se inició con nosotros en el minibasket. Es una niña fantástica, buena, que es muy feliz jugando al baloncesto. Vamos poco a poco con ella, no queremos presionarla, tiene unas cualidades increíbles, pero debemos de tener en cuenta que ella todavía es cadete. Pensamos que tiene un futuro deportivo enorme y que cuando llegue su momento nos ayudará muchísimo.

Hace poco el club recibía la visita de Leo Rodríguez, que decidía retirarse como jugadora profesional y a usted fue a una de las primeras personas a las que le comunicó su decisión antes de hacerla pública. ¿Qué significa para usted el haber podido entrenar a una jugadora que ha terminado siendo leyenda del baloncesto nacional e internacional?

Desde que era minibasket se le veía que iba a llegar alto. Este mundo le fascinaba, entrenaba muchísimo, siempre fue una niña muy organizada, todo un ejemplo para las demás, con unas notas increíbles, siempre ha sido buena compañera, buena jugadora y siempre hemos estado muy orgullosos de ella. Cuando fue a Estados Unidos reconoció que gracias a la preparación que recibió aquí estuvo preparada para triunfar en una Universidad americana. Se ha merecido todo lo que la ha llegado después porque se lo ha trabajado muchísimo. Tiene un corazón enorme y a mí me haría una gran ilusión que ella que ahora que ha dejado de jugar pudiera ser el año que viene nuestra delegada del equipo de primera con un puesto importante en nuestro club.