"Si hubiera escachado a la niña, me estarían oliendo el culo": una piedra de mil kilos destroza su casa y la administración se desentiende

El pasado 15 de abril una piedra de más de una tonelada se precipitaba desde una ladera anexa a la carretera TF-13. Esta vía une dos localidades del municipio de San Cristóbal de La Laguna: Punta del Hidalgo y Bajamar. La roca, que se desprendía desde unos 300 metros de altura, entró por la ventana de una vivienda de la urbanización Neptuno. Atravesó todo el inmueble hasta llegar a la terraza. Medio mes después, ni Cabildo de Tenerife ni el ayuntamiento lagunero han procedido a su retirada y la familia afectada no puede dormir en la vivienda.

"Estoy mal, duermo en el sillón de la casa de mi madre y mi hija en un colchón", cuenta Adrián Gil en Hoy por Hoy Tenerife. El vecino afectado, que compró su vivienda hace tres años, reconoce que aún sienten "miedo" al pensar "lo que podría haber pasado". "Pensé que lo llevaría bien, pero vuelve a la cabeza todo el rato, poco a poco he ido cayendo, estoy hundido", asegura. El inmueble está completamente destrozado. "Reventó toda la cocina, salió por la puerta, está inservible, parecen las imágenes de la guerra en Gaza", añade.

Su preocupación pasa ahora por tener una fecha de vuelta al inmueble. La aseguradora no se hace responsable de los daños, ya que su contrato no contemplaba un posible desprendimiento. Tampoco puede intervenir el Consorcio de Compensación de Seguros. Adrián lamenta que ni el Cabildo de Tenerife ni el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna asuman la responsabilidad. La corporación insular es responsable de la conservación de las carreteras, pero "interpreta" que es cuestión del consistorio al tratarse de una vivienda particular.

"Tras la evaluación de la ladera, se agradecieron el apoyo, Ayuntamiento y Cabildo dijeron que no volvería a pasar, pero se han olvidado de lo que ya pasó", lamenta el vecino. Aunque el gobierno municipal sí ha apuntalado la vivienda, de hecho reconoce que el alcalde le llamó personalmente, ha recurrido a un abogado para iniciar la vía judicial. "No tengo dinero para reformarla y me han enviado una carta para retirar la piedra antes de un mes, lo de la piedra es simbólico, yo pago mis impuestos, pero no tengo culpa de nada, una roca me revienta la casa y nadie se hace cargo, no me lo puedo creer, es una película", explica en la antena de la Cadena SER en Canarias.

Una desgracia mayor

Ha tratado de ponerse en contacto con el Cabildo, mediante la comunidad de vecino y los abogados, aunque sin éxito. Los daños ascenderían hasta los 50.000 euros, acorde a una primera evaluación. "Es el tabique, la fontanería, la electricidad, al cocina, el suelo, todas las ventanas, también los muros, la habitación de mi hija está hecha un Cristo", comenta abrumado. "Coño, entre los dos, ¿qué son 25.000 euros para cada administración?", se pregunta.

Poco a poco, Adrián trata de reponerse. La desgracia es solo material, aunque no puede obviar que cada martes, pasa la tarde en la casa con su hija. "Es el día que hacemos un bizcochito o jugamos a la consola porque no tiene deporte, me hubiera escachado a la niña, seguro, hubiera estado en la cocina". Por último lanza un mensaje de indignación: "Si me hubiera escachado a la niña no estarían con estas tonterías de arreglarme o no la casa, me estarían oliendo el culo y arreglándome la casa de arriba a abajo porque mi hija estaría muerta", culmina.