Manual de como machacar al CD Tenerife

Santa Cruz de Tenerife

Se acaban los calificativos en cuanto a los continuos atropellos arbitrales al CD Tenerife, que otra vez se va de un partido con la sensación de haber sido pisoteado. No era un partido fácil, ni con los resortes emocionales adecuados para competir, dadas las circunstancias de los dos conjuntos que se medían en un despoblado y frío estadio de Cartagonova. Para tal partido, Álvaro Cervera dio bola al futbolista del filial Gabri Palmero, fichaje del mercado invernal que ha venido actuando en el Tenerife B de Mazinho. Ya había avisado el técnico que le preocupaba que su equipo se dejara ir y acabara la Liga con peor sabor de boca. En cualquier caso, el Tenerife se proponía sacar adelante el partido aunque rápido se encontró con un gran contratiempo en modo de expulsión de un futbolista blanquiazul, cuando el colegiado Moreno Aragón mostró roja directa a Landázuri en una acción en la que ni siquiera hubo falta del ecuatoriano. Para sorpresa de todos, tampoco López Toca -árbitro VAR-, modificó la increíble decisión arbitral que dejaba con 10 al cuadro tinerfeño en el minuto 20.

La expulsión desactivó al Tenerife

Tuvo un par de ocasiones muy claras el cuadro local, que no pudo adelantarse resolver antes, pero en el caso del Tenerife, la expulsión lo dejó sin reacción y con muy poco balón y circulación para poder llegar con peligro, Fue en el minuto 41 cuando Álex Millán marcó de cabeza e hizo el 1-0 con el que el partido se fue al descanso.

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Monumental enfado en el equipo blanquiazul

Arrancó con cambios la segunda parte, con Mellot y Luismi entrando al partido y buscando recuperar sensaciones y el empate, que pudo llegar en el minuto 50, con un remate de Luismi Cruz que acabó en gol, pero de nuevo revisado por el VAR y el mismo árbitro en el monitor detectando falta de David Rodríguez antes de que el gaditano marcara. Gol anulado y otra vez monumental enfado e incredulidad en el CD Tenerife, que fue amplificado minutos más tarde con otra expulsión, en este caso de Álvaro Cervera, que fue buscando desde lejos por el colegiado para sacarle dos tarjetas amarillas, la segunda ya con un cabreo indisimulable del entrenador que se iría al vestuario caliente y estupefacto. Poco más pasó en un encuentro en el que nuevamente se evidenció el atropello arbitral reiterado al Tenerife.