Las preocupaciones siguen siendo las mismas

Santa Cruz de Tenerife

Es verdad que hubo un David que le ganó a Goliat, pero la historia de ese pastor que tumbó al gigante filisteo pasó precisamente a la historia, porque lo normal en esta vida es que sea siempre el grande el que aplaste al más pequeño.

Lo hacen cada fin de semana el Madrid y el BarÇa en las ligas de fútbol y baloncesto...

Lo hacen PSOE y PP cada vez que hay elecciones generales...

Y lo acaban de hacer las patronales hoteleras con los propietarios individuales de viviendas vacacionales, con la ley que esta semana ha aprobado el Parlamento.

Otro Goliat que va camino de la victoria es el fiscal general del Estado, porque Álvaro García Ortiz estuvo rápido borrando los mensajes de su móvil, cuando intuyó que una filtración interesada podía acabar en un jaleo.

Nos guste o no, que casi siempre gane Goliat las partidas, es porque así funciona el mundo desde que éramos pequeños. Los ricos viven mejor en casas más grandes que los pobres y los guapos ligan más que los feos.

Otra cosa es que sean más felices, porque ese es otro cuento.

He visto a gente amargada y con vidas absolutamente vacías, teniendo mucho dinero... Y he visto a gente humilde sonreír sin tener donde caerse muertos.

Cualquier psicólogo de bien te dice que en los tiempos que corren es más importante la capacidad de adaptación, que tener la inteligencia de David, que se presentó a luchar ante Goliat a cuerpo descubierto y confiando únicamente en su astucia y en la ayuda divina.

En el siglo XXI, la única manera de prosperar es que nos toque la lotería. Y la lotería no es el gordo de Navidad, es que los políticos a los que votamos se tomen en serio nuestros problemas del día a día.

Empezamos el año con una emergencia habitacional; otra energética y luego llegó la hídrica... Emergencia alimentaria también y alguna otra que se me olvida.

Estamos en noviembre ya y las preocupaciones son las mismas.

Pero andamos entretenidos confinando a las gallinas.

Menos mal que la Navidad está a la vuelta de la esquina.