SIEC y Rotedama optan a las obras de la terraza-mirador del Palacio de Festivales de Cantabria

Santander

El vicepresidente cántabro, Pablo Zuloaga, ha anunciado que dos empresas cántabras, SIEC y Rotedama, optan a la adjudicación de las obras de la terraza-mirador del Palacio de Festivales de Cantabria, que empezarán en marzo, según ha dicho, con un presupuesto de 1,5 millones de euros y un plazo de ejecución estimado de un año.

La terraza-mirador se situará sobre el gran trapecio de cristal tras el que se encuentra el escenario de la sala Argenta, situado en la séptima planta del Palacio de Festivales, será transitable y se utilizará como un espacio multifuncional que albergará diferentes actividades.

"El objetivo con esta inversión es abrir al público tanto la terraza panorámica que estaría en la planta siete, como dar acceso a las torres que son las que conocemos todos más cercanas a la Bahía de Santander para conseguir una increíble vista de 360 grados tanto de la ciudad como de la Bahía y el entorno del puntal", ha señalado Zuloaga. El vicepresidente ha explicado que se ha celebrado la primera de las mesas de contratación en la que se han abierto los sobres de estas dos empresas cántabras y ahora es el turno de valorar las ofertas técnicas con el objetivo de entorno al 13 de febrero tener formalizado el contrato.

Las obras prevén un plazo de ejecución de 12 meses en dos fases: la primera posibilitando la apertura de la terraza-mirador al público en verano y dejar una segunda fase para el acceso definitivo a las torres.

"Ganando este espacio, conquistamos una zona más para el desarrollo de iniciativas culturales, es un espacio extraordinario para pequeñas presentaciones y también va a ser un espacio referente a nivel turístico para Santander y toda Cantabria", ha añadido.

Zuloaga ha indicado que el acceso a la terraza-mirador será por la colindancia entre el Palacio de Festivales y la Escuela de Náutica, de tal manera que pueda ser indistinto el uso cultural que pueda estar desarrollándose en las salas del acceso a la terraza panorámica, donde se prevén usos hosteleros de menores dimensiones que los de un restaurante.