Habla una de las madres afectadas por el despido de los técnicos de "LUZES" de Cáritas Cantabria: "No puedo pagar una particular para mi hijo"

Santander

No se pueden permitir el lujo de pagar clases particulares para su hijo, así de contundente ha sido Almudena Bueno, madre de uno de los niños que Cáritas Diocesana de Santander atendía en su programa Luzes. Uno de los programas suprimidos por la organización por causas económicas.

La semana pasada Cáritas anunciaba el despido de 8 trabajadores de dos de los proyectos que tenía en marcha, proyectos financiados con fondos públicos, para adecuarse a "un marco de sostenibilidad económica". Así la reestructuración de la plantilla prescindía de estos 8 técnicos.

Uno de los programas era "Luzes" un servicio de acompañamiento escolar para menores. En total 37 niños acudían a clases particulares y de apoyo educativo además de programas de conciliación familiar en verano y en las vacaciones escolares.

En el mensaje, enviado a un grupo de WhatsApp, con los padres Cáritas anunciaba la suspensión de las clases de forma inmediata y les emplazaba a una reunión en la sede de Santander.

"No pude ir a la reunión, pero nos han dicho que puede que se retome en septiembre", apunta Almudena Bueno en declaraciones a la Cadena SER. Duda de que Cáritas retome el programa gratuito para los menores porque asegura: "si han despedido a los técnicos, con voluntarios no se podrá hacer".

Almudena lamenta el despido de los técnicos, "son una familia para mi hijo y para mi". Ella sufre varias enfermedades y tiene una incapacidad para trabajar. "Solo trabaja mi marido, y no podemos permitirnos el lujo de clases particulares para mi hijo". Apunta que el programa es gratuito y que su hijo lleva desde los 7 años en él. Ahora tiene 11 años.

"Tiene problemas con la lectoescritura y déficit de atención" en el programa los técnicos le ayudaban con otras tareas para entrenar su conocimiento. "Se volcaban con él", añade Bueno.

Como Almudena otros 36 familias han visto como el programa desaparecía de forma repentina.

Causas económicas

La decisión de Cáritas de despedir a 8 técnicos deja en el aire varios programas de atención a menores y a trabajadores en situación de desempleo. La organización prescinde de 8 trabajadores por causas económicas y vuelve a dejar en manos de voluntarios la prestación de la mayoría de sus servicios.

Cáritas Diocesana de Santander ha señalado que la restructuración que está acometiendo en su plantilla para adecuarse a "un marco de sostenibilidad económica" se debe al descenso de cuotas y donaciones que ha sufrido la organización.

"Es la única solución para mantener la actividad", dice Cáritas, que asegura, a través de un comunicado, que la crisis que combate a diario con las personas que acompaña se ha cebado con la organización.

La entidad defiende que ninguna de las personas acompañadas por los servicios suprimidos van a dejar de recibir en asistencia. Lo ha asegurado Raquel Menéndez, secretaria general de Cáritas Diocesana de Santander

Añade que desde la entidad se aferran, textualmente, a la esperanza cristiana y a la evidencia de que "seguimos contando con grandes fortalezas, como la presencia constante en todo el territorio y la capacidad de relanzar su voluntariado como base de la actividad caritativa de la Iglesia"

Programas financiados por el ICASS

Dado que estos programas cuentan con un apoyo económico importante del Instituto Cántabro de Servicios Sociales, hemos preguntado al Gobierno de Cantabria si van a tomar una decisión al respecto.

Fuentes del Ejecutivo señalan a la Cadena SER que este es un tema interno de Cáritas, por lo que han declinado hacer ninguna consideración al respecto.