Almacenes Jarlins, placa al mérito regional

Ciudad Real

Es uno de los históricos negocios de Ciudad Real y una referencia del comercio mayorista. De hecho, puede ser uno de los pocos que quedan en Castilla-La Mancha. Por su trayectoria en el desarrollo del comercio tradicional con calidad, Almacenes Jarlins van a ser reconocidos con una de las placas al mérito regional que se otorgarán el próximo 31 de mayo con motivo del Día de Castilla-La Mancha.

Vicente Rivas Rojas, su propietario actual, hoy con 63 años y 47 de oficio, se ha mostrado muy contento por el reconocimiento tras "los muchos años de sacrificio" en una empresa que inició su padre en los primeros años de la década de los 50.

Comenzaron, no en el mismo lugar que ocupan en la actualidad en la calle Ciruela de la capital, sino en la acera de enfrente y de alquiler. Vicente Rivas Muñoz, constituyó una sociedad junto a Antonio González, como socio. Cuando la sociedad se disolvió la familia Rivas se quedó al frente de Jarlins. Al comenzar a crecer adquirieron el local que ocupaba la quebrada Cooperativa Ferroviaria y que con anterioridad había sido una casa señorial de la que todavía se conservan rastros como las baldosas hidráulicas. Y así, conforme crecía el negocio iban comprando las viviendas anexas hasta llegar a los 2000 metros cuadrados de la actualidad.

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Poco hace presagiar que tras la pequeña tienda en la que se atiende al público los Almacenes Jarlins cuenten en su interior con un amplio surtido de más de 100.000 referencias de lencería, mercería y confección. Son, como él mismo dice, "la despensa para los pequeños comercios".

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Empezó desde cero en el negocio

Vicente comenzó con tan solo 16 años en el negocio y se inició en el oficio desde cero. Él quería ser dependiente, pero su padre le puso, lo primero a barrer, abrir mercancía y a instalar estanterías.

Hoy, como propietario y gestor de la empresa tiene a nueve trabajadores a su cargo a quienes les exige compromiso, tanto como el que él les ofrece a ellos. Precisamente el reconocimiento se lo dedica a ellos que "son el pilar que yo tengo", dice Vicente que reconoce que a sus años ya se siente cansado "así que en cuanto me ven cargar un paquete están muy atentos para ayudarme y me van protegiendo". Y como no, el premio también se lo dedica a quien le introdujo en el oficio y le despertó la pasión por la profesión. De su padre guarda muchas enseñanzas y también recuerdos como la bicicleta con la que recorría la provincia de Ciudad Real para distribuir la mercancía.

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Las grandes superficies, los bazares chinos, las franquicias y en los últimos tiempos el comercio online hacen que el negocio sea cada vez más difícil, por lo que no ve futuro más allá de su jubilación a los históricos Almacenes Jarlins.