Reforma del Hotel Iberia de Cuenca: dotar de funcionalidad y mantener el romanticismo

Cuenca

Las obras de rehabilitación del Hotel Iberia para acoger la Delegación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Cuenca tienen un presupuesto de 800.000 € y un periodo de ejecución de cuatro meses. Mota & Vignolo Arquitectos han sido adjudicatarios de la dirección facultativa de las obras. Sus responsables, Carmen Mota y Nacho Vignolo han explicado en Hoy por Hoy Cuenca los detalles del proyecto.

Un edificio histórico

El Hotel Iberia, ubicado en la calle Gil de Albornoz de Cuenca, fue inaugurado el 13 de abril de 1927. Antes se llamó Gran Hotel y Hotel Moya. Posteriormente se llamó Hotel Romana y Hotel Visa. El edificio, ya sin uso hostelero, fue adquirido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 1995 para ser destinado a delegación provincial. Pero, antes de tener esa utilidad, en 2002, y gracias a un convenio, el inmueble fue cedido a Caja Castilla-La Mancha que estableció en el antiguo hotel la sede de su Obra Social y Cultural.

Tras la crisis económica y financiera de 2008, la entidad fue reconvertida en Banco CCM, fusionada con Cajastur creando LiberBank y actualmente integrada en Unicaja Banco. En este periplo, el edificio volvió a la Junta de Comunidades que adecuó la planta baja como sala de exposiciones. El resto del inmueble fue vaciado y solo quedó la fachada y cuerpo principal con escaleras de estilo modernista.

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Ejemplo modernista

“Es un edificio representativo de la arquitectura de principio del siglo XX en el ensanche de Cuenca”, explica Nacho Vignolo. “Más allá del casco antiguo, la ciudad tenía edificios muy representativos como este hotel Iberia. El proyecto lo hace Luis Saiz de Terreros, arquitecto madrileño que firma edificios tan representativos como La Adriática o La Unión Mercantil en la Gran Vía de Madrid o el Hotel Savoy”.

“En Cuenca, a veces, nos queremos poro”, apunta Carmen Mota, “pero aquí tenemos un magnífico ejemplo de un arquitecto cuyas obras son elementos absolutamente emblemáticos en Madrid. Pues bien, aquí tenemos esta pequeña joyita que es un magnífico ejemplo de uno de los mejores arquitectos modernistas”. “Es un estilo que le llaman eclecticista de raíces clasicistas, y aunque no pudo desarrollarse completo y con la simetría prevista en la fachada, sí que puede marcar la representatividad con la que fue construido. Nosotros reivindicamos esa esencia de la Cuenca modernista y nos parecía que es algo que hay que poner en valor. Pensamos que hay que resaltar esa solera que tiene el edifico para poner en valor su historia en el entorno en el que está”.

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Mota & Vignolo & Bernarte

“En la etapa de concurso, desde nuestro estudio de arquitectura quisimos sumar a Javier Bernante, persona que queremos reivindicar desde aquí”, apunta Mota. “Es compañero mío en la Escuela de Arquitectura de la UCLM en Toledo, suma múltiples galardones, es coautor de La senda de las moreras del Edificio de los Menores en Toledo, de dos rehabilitaciones magníficas en la Fábrica de las Armas, como son Aeronáuticos y Enfermería, y nos parecía sustancial porque el proyecto que inauguraba la obra era de índole energética y, desde nuestro punto de vista, también debía hacer hincapié en algo más que lo energético, que era recuperar la identidad, la esencia, uno de los pocos edificios de esas características que nos han llegado a nuestros días de ese momento histórico conquense”.

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Reforma en 2002

“El edificio sufrió en el año 2002 una transformación prácticamente completa respecto a su configuración original”, apunta Vignolo. “Se mantuvieron las fachadas y el cuerpo de escalera. Se perdió configuración original de hotel y se convirtió en un edificio de oficinas con suelos y falsos techos de madera. Hay algunos aspectos de esa remodelación que pueden ser rescatados porque la historia de este edificio no es lo que fue en 1927 sino cómo se ha ido trasformando con los distintos usos que ha tenido. Lo que intentamos es que dentro de este proyecto de reforma, no solo poner en valor lo que fue con una visión exclusivamente romántica sino ver qué se puede recuperar para aportar valor y qué elementos tendrán que sufrir algún tipo de transformación para adaptarlo a su uso actual. La obra tiene que ser respetuosa con lo que hay. La eficiencia energética no solo debe dirigirse al bajo consumo sino también a recuperar unos aparatos sanitarios o unas luminarias que siguen funcionando y que están en perfecto uso”.

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Fantasmas en el hotel Iberia

Desde hace muchos años se cuentan historias de fantasmas en el viejo Hotel Iberia. Hay testimonios que hablan de la presencia de Fermín, nombre con el que han bautizado a un supuesto botones que se resiste a abandonar el lugar. También cuentan cómo los vigilantes de seguridad que trabajaban en el edificio, en los años en que funcionaba como Obra Social de Caja Castilla-La Mancha, en ocasiones escuchaban las melodías del viejo piano del hotel cuando desconectaban cada mañana las alarmas.

Un trabajador aseguró haber presenciado en una ocasión, en la soledad del edificio, convencido de que solo él se encontraba trabajando, como el ascensor se puso en marcha en varias ocasiones. Y otro compañero también apunta haber sufrido y sentido cómo unos pasos se acercaban en su dirección en un pasillo en el que sólo estaba él.